La segunda temporada de Big Little Lies viene a aplacar el vacío que ha dejado el final de Juego de Tronos, así como el inesperado fenómeno de HBO, Chernobyl, que concluyó tras cinco memorables capítulos. Pero la aclamada ficción protagonizada por Nicole Kidman, Reese Witherspoon y Laura Dern tiene uno de los grandes alicientes para enganchar a la audiencia: una Meryl Streep desatada, cuyo personaje está, según afirman algunos fans de la ficción, "al nivel de Cersei Lannister".

Las reacciones de los seguidores de Big Little Lies no se han hecho esperar, y los espectadores se han deshecho en alabanzas a la ya legendaria intérprete. La vuelta de Meryl Streep a la televisión se ha saldado con un sonoro grito de su personaje, la madre de Perry, quien falleció en la anterior temporada en una muerte rodeada de un misterio.