La vida ha cambiado para todos después de que se decretase el Estado de alerta con motivo de la crisis sanitaria respecto al Covid-19, también para Jesús Calleja, uno de los aventureros más reconocidos de nuestra televisión.

El propio Jesús confiesa en exclusiva a Europa Press cómo está viviendo este momento y cómo le ha afectado de manera profesional y a sus programas en televisión, cambiando la aventura por la familia.

- ¿Cómo estás llevando este confinamiento?

- Lo llevo bien, lo llevo bien todo en la vida, me adapto a cualquier circunstancia, me acostumbro a esta situación, cuando tengo que estar en ochomiles mínimo las expediciones son de dos meses y el 80% del tiempo o más estamos confinados en una tienda de campaña 1m2 a más de 7000 metros de altura, al final uno tiene la capacidad de adaptarse, ahora lo que toca es esto.

- Ahí tienes adrenalina por la aventura, aquí estamos en casa, cómo lleva un aventurero como tú estar 24 horas en casa.

- Tienes razón en una cosa, solo hay un concepto que es importante, nos han privado de la libertad por obligación, eso es algo que nuestro cerebro no acaba de asimilar, por eso vives en un estado de shock. Cuando lo piensas dices, tiene que ser así, las cifras han demostrado que era lo que había que hacer. Hoy estoy motivado porque dentro de los malos datos, son mejores cada día. Me entretengo mucho, hago cosas que no imaginaba que iba a hacer, hacer jardinería, cocinar que lo odio, hago tareas que antes no hacía, estoy preparando nuevas ideas, me ha servido para relajarme un poco y darle al cerebro de cómo puedo cambiar cosas en los programas, hay unas cuantas ideas que las vamos a poner en marcha. Al final el confinamiento traerá cosas buenas, otra muy importante, hacía mucho tiempo que no hacía vida en familia, con mis padres, mi hermano está siendo muy bonito, dedicamos horas a la familia.

- ¿Con quién la estás pasando tú?

- Antes de que anunciaran el confinamiento yo estaba rodando un programa en África con Paula Echevarría, empezó el asunto en Italia, desde Kenia llamé a casa y empecé a preparar todo el escenario de que esto mismo pasará en España en breve, envié a mis padres en casa, mi hermano, empezamos a prepararnos para un confinamiento que hipotéticamente lo íbamos a tener. Nos confinamos en casa 10 días antes, al final hemos hecho una cosa que no habíamos hecho nunca, en mi casa está toda la familia cercana, nos reímos mucho, lo pasamos bien, vemos fotos de hace muchos años...

- ¿Lo que más se hace cuesta arriba?

- Necesito estar en la naturaleza todo el rato, necesito estar con mi equipo trabajando, yo tenía que estar grabando 'Volando Voy' y luego 'Planeta Calleja', este año pienso que no habrá vacaciones ni nada, a ver si tenemos suerte y tenemos un escenario propicio porque nada será igual como antes, adaptarnos a ese escenario y poder continuar. Estamos readaptando todos los rodajes a la nueva situación, yo tengo mucha tarea, me pongo aquí todas las mañanas a currar con el equipo y no paro ni un segundo.

- ¿Estás aprendiendo algo nuevo que desconocías?

- Estoy aprendiendo curiosidades de la conducta humana, cuando nos dijeron que teníamos que quedarnos dentro de casa era una negación, después ocurre, entras en un estado de shock, los primeros días sigues sin aceptarlo y no puedes trabajar, luego pasas un momento de inquietud por todo lo que pasa en el planeta y luego empieza un proceso muy interesante de aceptación. Cuando vas aceptando todo lo que está ocurriendo empiezas a relajarte y empiezas a relativizar las cosas de otra manera. Me ha ayudado a saber que la vida tiene momentos más interesantes que hemos sabido aprovechar y que hay que relativizar mucho, creo que esta crisis me hará mejor persona y tengo la sensación de que al resto de la humanidad también. Vamos a quitarnos mucha mierda que teníamos en la cabeza, al final los problemas diarios son nada comparados con este problema de magnitud global. Hay que disfrutar más de las pequeñas cosas y quejarnos menos.

- ¿Te vienen a la cabeza los momentos más duros de tu vida?

- No suelo tener pesadillas y cosas raras de esas. Yo he estado confinado en muchos lugares por dedicarme a lo que me dedico y hemos tenido que gestionarlo, es muy angustioso, se me viene a la cabeza cuando quedamos atrapados en la sima más profunda del mundo, más de 10 días ahí abajo, nos dieron por desaparecidos y tienes que gestionar eso dónde solo tú puedes salir de ahí. Hemos pillado borrascas infernales en el Himalaya, siempre hemos vivido situaciones, no me gusta ser exagerado, pero situaciones muy al límite, algunas casi al borde y hemos tenido que gestionarlas y lo más importante es que no te traumatices, es un aprendizaje.

- Has nombrado el lado más humano. Has podido viajar con algún político, crees que ellos están sacando su lado más humano.

- No me cabe la menor duda, creo que esto es algo que el mundo no había visualizado. Da igual que seas un político o no, es un trabajo, al final eres una persona y estás viendo a tu alrededor que la gente se muere, la cantidad de muertos es tan alarmante que casi que nos acostumbramos. Es como si se cayeran tres aviones cada día en España, imagínate esto, está muriendo esa cantidad de gente, creo que nos quedamos todos perplejos, entiendo que los políticos tienen su lado humano. Creo que ahora ser Presidente del Gobierno o Primer Ministro es una responsabilidad que nunca se hubieran imaginado. Es un escenario y una situación para la que nadie estamos entrenados, tenemos que aprender diariamente cómo gestionar algo que no había vivido antes.

- Se marchan muchas leyendas, Eduardo Ante, Antic... una pena.

- Ya has visto lo que trae esta pandemia, no respeta nada. Quizás ha sido lo más universal que hemos vivido nunca y que espero que nos toque vivir. Es un momento de reflexión para toda la humanidad y los gobernantes dónde solamente hemos trazado una línea económica dónde todo se base en una línea económica para que todo funcione y a lo mejor hay que ser más humanos, trabajar codo a codo para prevenir otra pandemia, los expertos creen que no serán las únicas, tenemos que estar preparados para una segunda oleada de algo que pueda llegar en el futuro y que pensábamos que teníamos todo controlado. Pensábamos que teníamos una vida tranquila, hemos nacido en una generación en la que todo estaba más o menos controlado y nos quejábamos de otras cosas. El humano tiene esa tendencia de quejarse por cosas pero hemos visto todos las orejas al lobo, por eso pienso que habrá un después en cuanto a la calidad humana.

- Estás pensando sobre nuevos proyectos, nos puedes adelantar algo.

- Era una actividad que yo hacía antes, hay un libro mío que se llama 'Si no te gusta tu vida, cámbiala' y hablaba de eso, todas las fases de gran cambio en mi vida siempre pasan por los encierros voluntarios. Yo venía a casa, me encerraba, apagaba el teléfono, me alejaba del mundo porque tenía que resolver algo de mi vida importante como cambiar de profesión, acometer un proyecto de una envergadura extraordinaria... Todo pasaba por un encierro, los encierros te ayudan a pensar muchísimas cosas que no haríamos si te entretiene el devenir cotidiano de la vida. Aprovechemos también este encierro obligado en qué podemos cambiar nuestras vidas, podemos crecer en nuestras vidas, en un proyecto de trabajo, en un proyecto personal... no solo hay que tumbarnos en el sofá a ver la tele, hay que aprovechar el tiempo.