David Valldeperas ha vivido unas semanas de auténtica angustia. El presentador de El Madroño y director de Sálvame ha tenido que hacer frente a una operación muy arriesgada en su perrito Lego.

Como narra el protagonista en su último post de Instagram, todo sucedió por una castaña: "Lego ya está en casa. Una castaña casi se lo lleva al otro barrio. Bueno, la castaña y la mala praxis de algunos veterinarios. Es un asiduo a estos frutos cada vez que vamos al Retiro. Le encanta correr tras ellas y morderlas. Con la emoción se zampó una".

Un suceso que se produjo hace meses y que le ha llevado ahora a pasar por el quirófano: "Ha estado varios meses dando vueltas en su estómago hasta que quedó atrapada al principio de su intestino. Desde ese momento dejó de correr, de saltar y de comer. El dolor lo dejó inmóvil. Daba señales de que algo no iba bien. No habla pero su mirada lo hace por él. Su veterinario habitual no supo entenderle así que tiré de agenda y pregunté por alguien que supiera entender las señales que mandaba".

Una dolencia con la que ha podido dar otro equipo de veterinarios: "Fernando y su equipo supieron entender la mirada de Lego y, después de hacerle una ecografía y ver q había algo en su intestino, lo operaron.

Afortunadamente no era ningún tumor. Fernando me llamó desde el quirófano: 'David, es una castaña!!'. Era el mejor desenlace. Después de coserle la tripa ha estado unos días ingresado. Se ha portado muy bien y ha hecho buenas migas con sus compañeros de habitación".

Además, David ha presumido de los compañeros de ingreso de su perrito Lego: "Un bulldog francés recién operado de la espalda y con Lolo a quien un desalmado le partió la mandíbula y lo abandonó. Por suerte, su operación fue un éxito y ya duerme en una casa donde sabrán amarle. Lego se recupera tomando el sol y pidiendo comida. La mejor señal para saber que las cosas marchan bien. Ahora a esperar que @martinez_almeida_ abra de nuevo las puertas del Retiro. Suerte que las castañas no son para el verano. Continuará...". Una historia con final feliz que llega en un momento especialmente crucial para el periodista.