No solo el coronavirus hará que la octava temporada de Masterchef, que cierra La 1 (22.05 horas) esta noche sea recordada como una edición diferente. El talent show gastronómico, que tuvo que recluir a sus aspirantes en la casa en la que normalmente conviven durante el concurso a lo largo del parón del rodaje por la pandemia, celebra su final con su primer duelo a tres, en vez del cara a cara a dos bandas al que nos tenía acostumbrados.

También por primera vez se conoce ya el nombre de uno de los concursantes que se disputarán la victoria en la última prueba: Ana. La joven empresaria madrileña se ganó la plaza la semana pasada versionando un plato con estrella Michelin de Jordi Cruz. Junto a ella, los otro cuatro supervivientes de la competición culinaria prometen una noche intensa, vistos los piques previos entre Iván y Andy.

El entrenador coruñés, favorito para muchos y el gallo del gallinero para los jueces, solo se lució en la prueba de eliminación, al contrario que el abogado madrileño, al que hasta ahora el jurado recriminaba su arrogancia y sus "platos pretenciosos". La insegura Luna y Alberto, la pareja sentimental surgida de esta edición, completan el quinteto de aspirantes en liza de una temporada que ha incorporado recompensas y ventajas para los cocinillas más sobresalientes, lo que ha dado pie a estrategias para librarse de los rivales.

Los otros dos puestos para formar el trío de duelistas junto a Ana saldrán de los dos retos iniciales de la noche. En el primero, los aspirantes cocinarán un plato al ritmo que marque Martín Berasategui, el cocinero español con más estrellas Michelin -un total de doce- y el chef del mundo con más estrellas en su propio país.

En el segundo, la prueba de exteriores, el equipo visitará el restaurante de Pepe Rodríguez, El Bohío, en Illescas (Toledo).