Las crisis de los 40 han dado lugar a mucha literatura y han sido profusamente plasmadas en el mundo audiovisual. Pero la propuesta de Nasdrovia, la serie que estrena Movistar+ esta noche, se aparta de lo convencional. Inspirada en la novela de Sergio Sarria El hombre que odiaba a Pablo Cohelo, la ficción la protagoniza una expareja, Edurne (Leonor Watling) y Julián (Hugo Silva) que, presa de la crisis existencial que supone asomarse a esa década, decide plantar la abogacía y montar un restaurante. Pero el local atraerá a la mafia rusa. Esa incómoda relación propiciará tramas propias de una comedia ágil, entretenida y original, que mezcla el humor negro y el thriller.

La serie, producida por Movistar+ en colaboración con Globomedia (The Mediapro Studio) y dirigida por Marc Vigil ( El Ministerio del Tiempo, Vis a vis), guarda el espíritu y la esencia de la novela. A ello ayuda el hecho de que sea el propio autor, Sarria, uno de los creadores, junto con Luismi Pérez ( Malaka) y Miguel Esteban ( El vecino). A esa sensación contribuye también que la protagonista, Edurne, se dirija a los telespectadores a modo de narradora (aunque en el libro ese papel lo tiene Julián), rompiendo la cuarta pared, como se denomina este recurso audiovisual. "Es una especie de voz en off con un extra de complicidad. Yo lo he visto como la única manera de que el único personaje femenino tuviera el apoyo del público", explica a este diario Leonor Watling.

Nasdrovia (palabra rusa que significa salud, con la que se brinda), cuenta en sus seis episodios de unos 25 minutos de duración cada uno, cómo esa esnob pareja de abogados, cansados de defender a corruptos, y lucrarse con ello, deciden montar el restaurante que lleva ese nombre junto con un socio muy peculiar, el cocinero Franky ( Luis Bermejo). "Ellos se creen muy listos. Piensan que están pasando de una situación vital que les aburre y en realidad se están metiendo en la boca del lobo", advierte la actriz. "Edurne y Franky son unos personajes que se retroalimentan", apunta Hugo Silva. "Mi personaje, Julián, en cambio, es más pasivo, y sirve de nexo con el público, que, como el telespectador, se pregunta qué locura están haciendo".

Y esa locura la desencadena un suceso previo a la apertura del local, que provocará que unos inquietantes mafiosos, a los que dan vida los actores internacionales Anton Yakovlev (Boris), Mark Iván (Aleksei), Michael John Treanor (Sergei), Yan Tual (Vasilli) y Kevin Brand (Yuri), entre otros, se conviertan en sus mejores (y peores) clientes. Y a ellos se acabarán enfrentando. Con lo que se verán envueltos en terribles situaciones (la primera escena del primer capítulo lo deja bien claro), que lograrán, eso sí, que salgan de su soporífera rutina y, al mismo tiempo, que se reencuentren a sí mismos.