Si el show original de los Muppets, aquí todavía más conocidos como los Teleñecos, era una parodia de los espectáculos televisivos de variedades de los 60 y 70, su nueva serie es una especie de paseo por un YouTube imaginario. En Más Muppets que nunca, que el canal Disney+ acaba de estrenar, Miss Peggy, Gonzo y algunos nuevos personajes presentan tipos de contenido habituales on line, aunque también hay espacio para concursos y talk-shows casi tradicionales. Casi.

La vanidosa Peggy tiene un portal de consejos de belleza, fitness y estilo de vida. El Cocinero Sueco compite contra chefs famosos en un concurso culinario/programa de recetas con la flamante Beverly Plume (una pava, literalmente) como presentadora. En la sección Mup close & personal, los Muppets someten casi al tercer grado a invitados como RuPaul, Seth Rogen y la actriz Aubrey Plaza.

Hay también un explosivo programa de experimentos, a cargo, por supuesto, del Dr. Bunsen Honeydew y su ayudante Beaker, o una deliciosa parodia de la docuserie American masters en la que descubrimos los talentos ocultos de los Muppets. No se pierdan por ejemplo las artes de Gustavo como photobomber.

Pero quizá la joya de la corona sea el concurso de Pepe, el Rey Gamba, personaje a reivindicar al que vemos aquí inventar reglas sobre la marcha y hacer comentarios insensibles a humanos incautos.

La llama de la anarquía

Como director del proyecto encontramos a Kirk R. Thatcher, un hombre de carrera cuando menos curiosa. Como parte de Industrial Light & Magic (compañía de efectos visuales de George Lucas), diseñó, creo y manejó criaturas para El retorno del Jedi y Gremlins. Después de aquello, se dedicó a producir vídeos musicales del brazo de David Fincher. Desde finales de los 80, no se ha separado en exceso de los Muppets: fue coguionista de la película Los Teleñecos en la isla del tesoro y el programa Muppets tonight (precedente de Más Muppets que nunca), además de dirigir varios telefilmes de los Muppets y el vídeo viral de su versión de Bohemian rhapsody.

Thatcher debe de ser una de las personas mejor preparadas para mantener vivo el legado del genio marionetista Jim Henson, que conquistó a niños y adultos con sus creaciones por no pensar casi nunca en un tipo de espectador en concreto. Desde luego, no era condescendiente con el público infantil, y seguramente vería con buenos ojos el delirio absurdo de Más Muppets que nunca, más cercana al anárquico espíritu de los Muppets que la telecomedia de corta vida del 2015, en la que se les sexualizaba sin ninguna gracia.