El verano es una época atípica en televisión por el profundo cambio en las parrillas, que se nutren de reposiciones y películas para sustituir a los concursos y programas de éxito en una época marcada por la incidencia de las vacaciones tanto en la plantilla de las cadenas como en la demanda desigual de la audiencia.

Cuatro está formando parte de un cambio cuyos resultados pueden ser reveladores: no hay ningún cambio en sus programas de éxito. Tanto 'Cuatro al día' como 'Todo es mentira', que tratan la actualidad, siguen sirviendo contenidos como en cualquier otra época del año y parece que su audiencia está respondiendo.

El primero, presentado por Joaquín Prat, conjuga su información con el de Marta Flich y Risto Mejide y sus cabeceras se superponen. Mónica Sanz es la bisagra que encadena el contenido de ambos y da sensación de continuidad.

'Cuatro al día' protesta por un robo de 'Todo es mentira'

"Tenemos que dar paso al programa que mejores bocadillos tiene de todo Mediaset", enunciaba Sanz para dar pie a 'Cuatro al día'. El presentador, Antonio Castelo, exclamó cuando llegó su turno: "¡Ojo el de tortilla, eh!".

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La presentadora de 'Cuatro al día' comenzaba su emisión lanzando un aviso a un colaborador de 'Todo es mentira': "Tengo un aviso en concreto para Castelo, hemos colocado esta cámara web en nuestra sala, que le ha descubierto robando y, digo más, cada vez que ponga la mano en nuestros bocadillos va a sonar una alarma en vuestro programa, así que, ¡ni tocar nuestros bocadillos!", se despedía , Mónica Sanz, entre las carcajadas de Marta Flich y un plano de Castelo, visiblemente avergonzado.