Pisando firme, como desgastando sin darse cuenta la etiqueta del “hermano de”. Así camina Óscar Casas a sus 23 años recién cumplidos, con una treintena de proyectos de cine y televisión a sus espaldas. El último, una serie de Netflix en la que interpreta a un frenético cazador de nazis, miembro de la banda de los Jaguar. Se estrenó en la plataforma el pasado miércoles, justo un día después de su cumpleaños, y en ella Casas se mete en la piel de Castro, el hijo de una víctima del nazismo, parte de los miles de españoles que murieron en los campos de concentración de Europa tras la Segunda Guerra Mundial.

“Quiero mucho a Castro porque es un chico que, aunque lo que se ve para afuera y lo que demuestra es que no quiere ser menos que ellos, quiere estar al mismo nivel y mostrar algo que no es, le pasan otras cosas por dentro y tiene un mundo interior gigante”, cuenta el actor, y añade: “Ha sido precioso, es un personaje con el que me lo he pasado muy bien haciéndolo y me ha encantado compartirlo con estos cuatro monstruos”, agrega.

Tres de los cuatro monstruos son Iván Marcos, Francesc Garrido y Adrián Lastra, fundadores del grupo de los Jaguar, que se dedican a descubrir a los nazis que se refugiaron (por miles) en España, con total impunidad, acogidos por el régimen de Franco. Y la cuarta es Blanca Suárez, que interpreta a Isabel Garrido. La actriz recientemente se deshacía en halagos hacia el que fuera su cuñado (fue pareja de Mario Casas). “Él nos está adelantando por la derecha a todos. Va a pegar muy fuerte”, declaraba Suárez en un acto público hace unos días.

“Hay gente muy artista, ya no solo de la actuación, en todos los ámbitos. Las nuevas generaciones van a romper”, responde a los halagos, modesto, Casas.