Netflix asegura que El juego del calamar es ya el mejor estreno de la historia de la plataforma al sumar 111 millones de espectadores en sus primeros 28 días de emisión. La serie surcoreana, convertida en un fenómeno mundial de masas, supera así a otros formatos de éxito como Los Bridgerton, que hasta ahora ostentaba el récord con 82 millones de espectadores, Gambito de dama, Stranger Things, Tiger King o la española La casa de papel. Sin embargo, ante los datos de audiencia de Netflix es recomendable andar con pies de plomo ya que el método que usa la plataforma para definir un visionado resulta muy controvertido: basta con que alguien vea un contenido concreto durante dos minutos para que compute como espectador.

La compañía lleva con absoluto secretismo todo lo referente a sus audiencias, que no están auditadas por una empresa externa como acostumbran desde hace años las cadenas de televisión tradicionales.

A pesar de las dudas sobre cómo contabiliza sus éxitos (de sus fracasos no hay noticia), está claro que El juego del calamar es uno de los formatos televisivos más populares en el último año. Según las métricas de Google, las búsquedas relacionadas con la serie eclipsan a las de cualquier otro título, las zapatillas Vans que visten sus protagonistas han aumentado sus ventas en un 7.800% y una operadora de internet surcoreana llegó a pedir a Netflix una indemnización por el incremento en el uso de banda que supuso su estreno en Corea del Sur.

El jefe de contenidos de Netflix, Ted Sarandos, ya avisó hace un par de semanas de que la serie surcoreana tenía “muchas posibilidades de convertirse en su programa más importante”.