La guerra civil familiar que retrata la serie Succession, que gira en torno a la descarnada lucha por hacerse con el poder de un imperio mediático, vuelve mañana a HBO después de dos años de ausencia con nuevas dosis de puñaladas sorpresivas y un amplio abanico de conversaciones despiadadas. “Siempre es liberador lanzar insultos”, confiesa Brian Cox, el actor que interpreta a Logan Roy, patriarca de los Roy y presidente de la empresa Waystar RoyCo, que busca entre sus cuatro hijos a su mejor sucesor.

Y es que en la nueva entrega de la ficción, en la que la lucha por el poder se intensifica más si cabe con constantes traiciones entre el padre, sus vástagos y algunos de los directivos de Waystar, abundan los cruces de palabras plagados de ingeniosos improperios. “Ahora ya se está yendo a muerte”, dice Cox sobre la tercera temporada, que se estrena mañana y con la que se abordan las consecuencias de que Kendall Roy (Jeremy Strong), el hijo a primera vista más ambicioso, acusara públicamente a su padre de conocer los abusos sexuales que tuvieron lugar en la compañía.

La irreverente serie, que se hizo con el Emmy de 2020 al mejor drama tras superar, entre otras, a The Crown y El cuento de la criada, ha llevado incluso a popularizar los fuck off (vete a la mierda) que pronuncia habitualmente el personaje de Cox, quien se ha visto forzado a repetirlo fuera de pantalla en los momentos más inesperados. “Viene gente todo el rato a pedirme que les diga ‘vete a la mierda’”, cuenta Cox, que detalla que recibió esa solicitud incluso en una solemne presentación de un libro sobre abusos sexuales enmarcado dentro del movimiento Me Too.