Si la India es un país inabarcable por su complejidad de idiomas y culturas, el cine de este país de 1.350 millones de habitantes no podría ser diferente, aunque la primera imagen que acude a la mente sea la de los coloridos bailes de Bollywood y sus historias de amor.

Se trata de una producción diversa que cuenta con cada vez más proyección internacional de la mano de los servicios de streaming, coinciden tanto críticos como la propia industria en el Día Internacional del Cine Indio que se celebró ayer, mientras que en 2021 han brillado historias sobre los discriminados dalit o “intocables”.

La escritora Roopa Swaminathan hizo patente la expansión del cine indio en la escena internacional con en su libro Bollywood Boom en 2017 y desde entonces, explicó a Efe, “la situación ha cambiado exponencialmente debido a Netflix y Amazon Prime, porque el streaming se ha disparado en los últimos tres o cuatro años”.

También influye que algunas plataformas hayan apostado en los últimos años por la India, donde opera un órgano censor, generando una ola de contenidos de calidad que por ahora han escapado a las estrictas reglas sobre el contenido del país.

El historiador cinematográfico Sundararaj Theodore Baskaran apunta al auge de largometrajes de calidad en los últimos años del cine tamil, como Jai Bhim (2021). Se trata de una película centrada en la represión contra los “dalit” o intocables, situados en el escalafón más bajo del sistemas de castas hindú.