Al presentador valenciano Arturo Valls le “apetece”, como productor, dar oportunidades a guionistas “con miradas distintas de la comedia”, con propuestas “que no respondan a criterios únicamente comerciales” y que sepan capear el “océano salvaje” en que, a su juicio, navega ahora la producción audiovisual. Valls, en una entrevista con Efe, destaca también que no se ve en programas diarios a medio plazo porque esa fórmula televisiva le “hipoteca” y le imposibilita “producir o hacer otras cosas”.

A punto de estrenar su nueva serie, Dos años y un día, relata que “estamos en un océano salvaje de producción audiovisual en el que cabe todo” y que la creación independiente y el cine de autor “van a tener dificultades para producir”, puesto que la nueva ley audiovisual “le va a dar más poder a las televisiones que producen contenido”. Por ello, dice que se hace necesario “arriesgar” en cuanto a los formatos y a los enfoques, sobre todo en la comedia y el entretenimiento.

Recuerda que en esta nueva serie, que se estrena el próximo 3 de julio en Atresmedia, un famoso presentador es condenado a cumplir una pena de dos años y un día por un delito de ofensas religiosas por un desafortunado chiste mientras pronuncia un pregón, unos hechos que a Valls le “enamoraron” para producir y protagonizar un producto “con un tono especial”.

El actor asegura que esta serie es un ejemplo de “no seguir los cánones de la comedia comercial” y resalta que sus últimas obras como productor, como Currículum, Desde el túnel o Tiempo después, buscan un producto “más diverso e independiente”.

Asimismo, subraya que su nueva preocupación, ahora que no vive “en la dictadura del share (audiencia) al levantarse” para ver cuánta gente ha visto su programa, reside en la taquilla: “La gente está cambiando el paradigma, no va al cine como antes y las comedias españolas están sufriendo muchísimo la taquilla”. “Día a día, la productora me mandaba el informe diario de la taquilla y los números no eran agradables”, resume Valls, quien expone que “a la gente le está costando volver al cine” y los números prepandémicos “están siendo difíciles de superar”.

Valls comenta sobre un posible regreso a la tele en formato diario que ve una “vuelta al entretenimiento”, con programas como Mask Singer, pero que “al programa diario es más difícil”, porque eso le “hipoteca” más.