La docuserie Moncloa, que narrará el funcionamiento e historia del palacio presidencial, abundará en la vida personal del presidente, mostrando escenas cotidianas de Sánchez desayunando con su esposa, conversando con sus padres o manteniendo charlas informales con ministros en los consejos.

Durante su presentación, ayer, en el festival Iberseries Platino Industria de Madrid, su director, Curro Sánchez explicó que Sánchez fue un personaje más y sólo se puso una línea roja por parte de la presidencia: respetar la intimidad de sus hijas. El equipo también encontró limitaciones por motivos de seguridad a la hora de grabar los Consejos de Ministros y la cena de presidentes en la OTAN. A pesar de ello, el director aseguró que “no hay ningún tipo de decisión de controlar el contenido por parte de Moncloa”, que les puso al tanto de los eventos más destacados en la agenda. “Para nosotros todos los temas de partido, PSOE y demás, no nos interesan, porque nos alejan de lo que queremos contar”, añadió Curro Sánchez, quien insistió en que el objetivo del documental es ser un retrato de la institución y su historia, en la que “la presencia del presidente no destacará más que la de otros trabajadores que también hacen labores muy importantes”.

Director y productores afirmaron que la serie al completo está financiada por iniciativa privada de las productoras Secuoya y The Pool, no tiene como objetivo emitirse en ninguna cadena pública y buscará como potenciales clientes a plataformas como Netflix, la cual, a pesar de algunos rumores, no ha mostrado aún interés, han aclarado.

“Sí podemos adelantar que distribuidoras internacionales como Beta Films han mostrado su interés por esta serie documental. Este proyecto tiene vocación de terminar en un canal o plataforma privada, un proyecto que se financia conjuntamente entre las dos productoras que hemos decidido embarcarnos en esta aventura”, ha declarado Eduardo Escorial, productor de Secuoya Studios.

La serie se dividirá en seis segmentos: en ellos se abordarán la historia del edificio, sus protocolos, la de los distintos departamentos y empleados (algunos presentes desde el gobierno de Adolfo Suárez), la coordinación de la cumbre de la OTAN, la gestión de la guerra de Ucrania, la vida personal del presidente y los Consejos de Ministros.