Bambú estrena en Amazon la serie sobre el pederasta de Masnou

Carles Tamayo dirige el documental ‘Cómo cazar a un monstruo’

Fotograma de ‘Cómo cazar a un monstruo’.   | // BAMBÚ PRODUCCIONES

Fotograma de ‘Cómo cazar a un monstruo’. | // BAMBÚ PRODUCCIONES

El youtuber y cineasta Carles Tamayo (Masnou, 1975) da una vuelta de tuerca al género del true crime en Cómo cazar a un monstruo, docuserie producida por la gallega Bambú Producciones que se estrenará en la plataforma Amazon Prime Video el día 6. Tamayo no se limita a reconstruir los hechos del caso, sino que su objetivo es que un pederasta condenado aunque en libertad, entre en prisión y cumpla su condena. El productor gallego Ramón Campos, cofundador de Bambú Producciones, firma el guion con Tamayo.

Fue el propio Lluís Gros, condenado en 2019 a 23 años de prisión y 8 meses de prisión por abusos sexuales a varios menores entre 2007 y 2011 mientras trabajaba de gerente en un cine de Masnou (Barcelona), quien pide a Tamayo que le haga una entrevista para limpiar su imagen. El youtuber accede creyendo que Gros pedirá perdón a sus víctimas, pero al descubrir que no siente arrepentimiento y que sigue en libertad, trata de averiguar por qué sigue impune. Tras meses de seguimiento y una exhaustiva investigación, Tamayo descubre muchos otros crímenes de Gros que lo motivan a seguir trabajando para que se haga justicia. “Es la historia de cómo el ego de un criminal acaba siendo su perdición y de la lucha de Carles Tamayo en busca de justicia”, afirma desde la productora.

Es una llamada del youtuber la que posibilita la detención de Gros el 19 de mayo de 2022. Ese día, Tamayo concerta una cita con Gros para la realización del documental y avisa a los Mossos. La detención es filmada en directo. Según la sentencia, Gros contactaba con los menores ofreciéndoles trabajo como repartidores de publicidad del cine y aprovechaba la relación para cometer los abusos. También les proponía pagarles más dinero o les daba entradas para el cine si mantenían relaciones sexuales. Las declaraciones de las víctimas y las pruebas encontradas en su domicilio y en la sala del cine, entre éstas muestras de ADN, demostraron su culpabilidad.

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