José Pablo López, elegido como nuevo presidente de RTVE en el Congreso

Elegido en segunda votación al no lograrse mayoría de dos tercios en la primera, tendrá plenos poderes sobre la Corporación

El periodista y abogado José Pablo López.  | |  EFE/FERNANDO VILLAR

El periodista y abogado José Pablo López. | | EFE/FERNANDO VILLAR

ana cabanillas

José Pablo López ya es oficialmente el nuevo presidente de RTVE. El Congreso de los Diputados le nombró ayer en segunda votación, donde se requería mayoría absoluta, después de no obtener el martes la mayoría de dos tercios necesaria en primera votación, tal como establece el nuevo decreto del Gobierno que rediseña la estructura y que dota de plenos poderes al nuevo presidente para firmar contratos audiovisuales de cualquier importe sin ningún contrapeso.

La votación resultó ajustadísima, al no contar con el apoyo de PP, que junto con Vox rechazaron participar en la elección, que finalmente se aprobó por 178 votos, los únicos votos emitidos. La ausencia del diputado José Luis Ábalos, envuelto en el caso Koldo a la espera del Supremo, restó un voto a la tradicional mayoría de investidura y los números fueron tan ajustados que el propio presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, acudió al Congreso de los Diputados a emitir su voto.

El decreto que también ha ampliado el Consejo de Administración de 10 a 15 miembros para permitir la entrada de consejeros propuestos por Sumar, ERC, Junts, Podemos y PNV y asegurar así la mayoría de investidura también en la radiotelevisión pública. Una aritmética que aísla al PP, que tras el acuerdo de los socios de Gobierno en el Congreso sólo mantendrá sus cuatro consejeros elegidos en el Senado. Entre los consejeros nombrados por los socios de Gobierno está la directora de Comunicación de Félix Bolaños o el exasesor de Junqueras, en una lista fuertemente politizada donde 9 de 11 consejeros nombrados en el Congreso habían ocupado cargos públicos o figurado en listas electorales. López era una de las dos excepciones.

El nombramiento pone fin a una situación de bloqueo que lleva años instalada en la corporación pública y que se agravó el pasado marzo, después de que la polémica por el fichaje de David Broncano abriera en canal el Consejo de Administración de RTVE y llevara al cese de la expresidenta interina de RTVE, Elena Sánchez, como del propio López, que había propuesto el fichaje.

Ocho meses y dos días han transcurrido entre la destitución fulminante del entonces director de Contenidos y su vuelta a la corporación como su máximo responsable. El periodista tiene una amplia experiencia en el sector audiovisual, contribuyó al nacimiento de 13TV y La Sexta y en 2017 llegó a ser director general de Telemadrid, provocando un importante aumento de audiencias.

López cesó de aquel cargo en 2021 para después incorporarse al organigrama de RTVE como director de Contenidos. El fichaje llegó poco antes de la dimisión del anterior presidente de RTVE salido de las Cortes, José Manuel Pérez Tornero, un candidato que había sido elegido por consenso entre PP y PSOE pero que se vio forzado a dimitir un año después de su elección tras las presiones del Gobierno por haber exhibido cierto acercamiento a las tesis populares. Pero antes de su salida, situó a López como director de Contenidos.

Política de audiencias

Desde su aterrizaje, el periodista exhibió choques con la visión clásica de la televisión pública, por las diferencias en su concepción sobre el servicio público de RTVE y la que imperaba en una parte importante de la dirección de la empresa. El exdirector de Telemadrid apostaba por hacer una televisión para lograr audiencias, dando prioridad a colmar las expectativas del televidente y ganar adhesiones y fidelidad y así mejorar sus cifras. Una visión que distaba del concepto clásico que había en RTVE, donde la idea de servicio público consistía en ofrecer programas donde se primase la calidad o la temática sobre el nivel de impacto.

Este choque de visiones saltó definitivamente por los aires con el polémico fichaje de David Broncano, que fuentes bien situadas de RTVE atribuyen a una operación de Moncloa para hacer frente al programa El Hormiguero, de Pablo Motos, un presentador abiertamente crítico con el Gobierno. El Gobierno había trasladado en una reunión en Moncloa su propuesta a la entonces presidenta, Elena Sánchez.

Pero después de aceptar llevar este contrato a debate en el Consejo de Administración que debía aprobarlo, José Pablo López presentó los términos del contrato, inéditos hasta entonces puesto que mantenían una vinculación a tres años sin requerir un mínimo de share y suponía el desembolso de un total de 47 millones de euros para una RTVE sufragada íntegramente por el erario público.

Las condiciones del contrato llevaron a la expresidenta interina, Elena Sánchez, a exigir a López que renegociase el contrato y lo limitarse a un año. Después de renegociarlo y de intentar llevarlo de nuevo al Consejo de Administración, la entonces presidenta rechazó de nuevo sus términos y propuso el cese de López. Poco después, fue ella misma cesada.

Su firme apuesta por fichar a Broncano, una apuesta respaldada también por Moncloa, le ha llevado a ser una de las bestias negras de Vox y PP, que observan en su figura la mano negra de Moncloa y que le llevaron en el debate del martes a recibir duras críticas por parte de la oposición.

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