«Hay que darle a la comedia el lugar que se merece»

Estrena obra teatral con su pareja, Andreu Buenafuente, y lidera la primera serie española original de SkyShowtime, donde interpreta a una mediadora de herencias

Silvia Abril. | J.J. Guillén

Silvia Abril. | J.J. Guillén

marisa de dios

Mamen Mayo, su personaje, es una mujer peculiar. Algunos dirían que es bastante excéntrica, por sus métodos de trabajo tan poco ortodoxos.

Más que excéntrica, es una mujer hecha a sí misma. También es una superviviente, porque a lo largo de la serie se irá desgranando lo sola que ha estado. Es una tipa que prefiere pedir perdón a pedir permiso, que se ha tenido que salvar a sí misma, a la que no se le caen los anillos, a la que le encanta improvisar y le pirra su trabajo.

Y tiene buen ojo para saber lo que le pasa a la gente, por mucho que intenten ocultarlo.

Tiene ese lado de psicóloga, porque es muy buena investigadora, hiperobservadora y no se le escapa ningún detalle.

¿Se identifica con ese lado tan emocional que tiene?

Absolutamente. En cada episodio hay un viaje hacia la emoción que me ha costado nada y menos hacerlo. El guion está tan bien escrito y yo soy tan emocional que ya veréis, os llevaréis una sorpresa. Es más, cuando he visto el primer capítulo me he puesto a llorar, y eso que sabía lo que pasaba porque lo había rodado yo.

Mamen ejerce como mediadora de herencias. ¿No es una profesión desconocida?

Absolutamente. El otro día, escuchando la radio, oí por primera vez en mi vida un anuncio de una agencia de mediación como la de Mamen. ¡Pensé que era una señal! Porque antes no sabía que existían este tipo de agencias, pero existen.

¿Pudo ponerse en contacto con algún profesional del sector para que le asesorara en algún sentido para la serie?

No, aquí hemos creado desde cero. Pero es que ya el departamento de arte lo ponía muy fácil y todo me daba inputs para construir el personaje. Además, he hablado mucho de Mamen con Edu [Sola] y Miguel Ángel [Faura], los creadores. Tenía un montón de notas de voz de ellos de los ensayos que me iba poniendo porque ambos llevaban años con este proyecto y lo tenían muy claro. Con unos creadores así es una fantasía, porque todo te nutre.

Es una gran admiradora de la serie Fleabag. Le habrá gustado sentirse un poco como su protagonista en Mamen Mayo, donde habla tantas veces mirando a cámara.

Ha sido muy bonito. Llevo años relacionándome con la cámara, e incluso flirteando con esa cosa de mirarla y desafiarla, y Mamen me ha dado la oportunidad de mirarla y jugar con ella. Lo haría más veces.

¿El personaje le ha dado fuerza para solucionar algunos temas pendientes?

Sí. Para reabrir y enfrentarme a esas carpetas que ya había cerrado, para ser más feliz con la ropa limpia, para que nos entendamos.

Mamen y David, su ayudante, son muy diferentes, pero en el fondo ella se ve un poco reflejada en él.

Mamen ve en David a aquella Mamen joven, que estaba desubicada, que sufrió, que fue denostada en su familia por no dedicarse, como ellos, al Derecho. En el último capítulo se resuelven muchas dudas sobre Mamen. Entenderemos cómo acoge a David Faura en la oficina y cuáles son sus intenciones, porque realmente David Faura es Mamen Mayo de joven.

Habla del último capítulo. ¿La serie se cierra con posibilidad de que haya continuación?

Ojalá, a mí me encantaría que la hubiera. Cuesta encontrar proyectos en los que nada falle, en los que estés bien acompañado, en los que tus compañeros te lo pongan todo tan fácil, en los que haya un buen ambiente de trabajo. Cuando encuentras estos oasis, deseas que no se acabe nunca.

¿Qué ha sido lo mejor de hacer de Mamen?

Darme cuenta de lo bonito que es liderar un proyecto con unos compañeros. El viaje ha sido tan bonito gracias también a ellos. Nunca había liderado un proyecto así, empezando y acabando tú la jornada. He visto que soy capaz y que lo gozo.

¿Y qué ha sido lo más complicado de este trabajo?

Trabajar en verano. No tengo a mi familia acostumbrada a dinamitarles junio, julio y agosto. O sea, sin vacaciones. Pero ha merecido la pena.

¿Le dejaron aportar cosecha propia a Mamen Mayo?

Los directores siempre nos dejaban un margen para la improvisación, lo cual también es un caramelo superapetecible. Por ejemplo, las escenas de Pablo Capuz nunca acababan de la misma manera, porque él es el rey de la improvisación.

Tracking Pixel Contents