El torero Canales Rivera prueba este emblemático restaurante de Pontevedra: «Me voy a empadronar»

Su anfitriona fue la presidenta del Pontevedra CF, Lupe Murillo, en el último episodio de 'A miña gran cidade'

Canales Rivera y Lupe Murillo.

Canales Rivera y Lupe Murillo. / Cedida

R. V.

El nuevo programa de la TVG A miña gran cidade continúa acercando a Galicia a algunas de las celebridades más conocidas del panorama nacional para tratar de convencerles de que este el destino perfecto por descubrir.

Así, un famoso gallego guía al invitado por su ciudad natal en cada capítulo y tienen un bono de una hora para sorprenderlo y conquistarlo con diferentes experiencias. En el de anoche fue el turno del torero Canales Rivera, que viajó hasta Pontevedra para conocerla de la mano de la presidenta de club de fútbol de la ciudad, Lupe Murillo. 

La Boa Vila no era un lugar desconocido para el torero, que aseguró antes de comenzar: «Es una ciudad que siempre me llamó mucho la atención» especialmente por su plaza de toros, «es una fecha muy importante en el calendario taurino y a la que nunca tuve oportunidad de venir».

Descubriendo Pontevedra

Visita a la Peregrina.

Visita a la Peregrina. / Cedida

Murillo se propuso sorprender a Rivera con cuatro experiencias; la primera de ellas, una visita a la iglesia de la Peregrina. Precisamente en la Peregrina, símbolo central de la ciudad y donde el Pontevedra acude antes del comienzo de temporada, Canales quedó impresionado por la peculiar planta del templo, en forma de concha de vieira, que le pareció «fascinante».

Dentro de la iglesia, ambos compartieron confidencias sobre la fe y la espiritualidad. «Los toreros están siempre en el filo del abismo, esperando que pueda pasar cualquier cosa, entonces la espiritualidad se hace muy importante», explicó el gaditano.

Murillo, por su parte, se emocionó al contar su duro proceso de recuperación tras un accidente que sufrió de joven: «Tuve que volver a aprender a caminar, correr y escribir con 26 años».

Probando marisco de la ría

El segundo momento llegó a la hora del comer en Casa Román, emblemático restaurante donde Canales tenía muy claro su menú ideal: «Quiero comer marisco de la ría». Lupe Murillo puntualizó :«¡De la ría es todo!».

Camino de la tercera experiencia, el torero habló de su pasión compartida por el deporte con la empresaria, quien practicó balonmano durante muchos años. Tras la tauromaquia, Canales reveló que necesitaba desafíos y que su nuevo objetivo deportivo no sería nada fácil: cruzar el estrecho de Gibraltar a nado. «Estás loco», exclamó Murillo.

Visita a la plaza de toros

La tercera experiencia tuvo lugar en Pasarón, hogar del Pontevedra CF. Murillo explicó la filosofía del club: el famoso «hai que roelo», símbolo de la resistencia y lucha constante, que este año llevó al equipo al ascenso a Primera RFEF tras una «temporada gloriosa».

Animado por el ambiente, Canales se atrevió a darle unos toques al balón, algo que no hacía desde los 25 años a causa de varias lesiones en los tobillos. «Me daba más miedo jugar al fútbol que ponerme delante de un toro», confesó divertido.

Finalmente, la plaza de Toros de Pontevedra fue el lugar perfecto para cerrar la visita. Con una historia centenaria y capacidad para 7.325 personas, el espacio dejó maravillado a Canales, quien no podía creer que allí se plantaran lechugas y criaran gallinas antes de la temporada taurina. «La ciudad tiene que sentirse orgullosa de tener una plaza así», declaró emocionado.

Después de este intenso recorrido, el gaditano no lo pensó demasiado y tomó la decisión definitiva: coger la maleta al hotel y darle unos días más a la ciudad de su anfitriona. «Me voy a empadronar en Pontevedra», concluyó divertido.

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