Antonia Dell'Atte se deja conquistar por Vigo de la mano de Xisco Feijóo: «Quiero quedarme toda la vida»

El nuevo programa de la TVG A miña gran cidade continúa acercando a Galicia a algunas de las celebridades más conocidas del panorama nacional para tratar de convencerles de que este el destino perfecto por descubrir. El mecanismo es el siguiente: un famoso gallego guía al invitado por su ciudad natal y tienen un bono de una hora para sorprenderlo y conquistarlo con diferentes experiencias.

En el capítulo de esta semana, la estrella invitada fue la diva italiana Antonia Dell’Atte y su anfitrión, el artista vigués Xisco Feijóo. Su visita ya causó revuelo en su momento entre los viandantes que los vieron en directo, pero en su versión completa, emitida anoche, los espectadores han podido comprobar que la italiana cayó rendida ante la ciudad olívica.

«Tú quieres conquistarme, pero ya lo tengo pensado, quiero quedarme toda la vida», confesaba Dell'Atte antes de embarcarse en la primera experiencia de la jornada, una ruta en la goleta Evangelina.

Surcando la ría de Vigo

A bordo del Evangelina, Antonia sorprendió a la audiencia probando a golpe de navaja unos mejillones cogidos directamente del mar.

«Estos son afrodisíacos, Xisco, no sé que te pasará esta noche», comentaba entre risas mientras le ofrecía al artista un bocado del manjar. Tan a gusto estaban por la ría que la presentadora del programa, Noelia Rey, tuvo que reprimirles por excederse en la duración de la excursión. «Se me fue un poco el tiempo, pero era necesario», reconocía Xisco.

De vuelta en tierra, la italiana y el vigués se dieron un paseo por la calle Príncipe, donde los viandantes no podían ocultar su sorpresa a ver a Dell'Atte en Vigo. Además de pararse con la gente, la diva confesó a Xisco algunas cuestiones de su vida privada. Por ejemplo, su pasado humilde.

«Vengo de una familia muy humilde, por eso soy una mujer con este carácter, porque tuve que protegerme», le confiaba al artista.

Parada gastronómica

Por supuesto, en la ruta de presentación de Vigo no podía faltar una parada gastronómica. El lugar escogido fue el restaurante Othilio, donde Antonia aceptó el reto de probar un risotto a la gallega.

El resultado, contra todo pronóstico, conquistó su exigente paladar italiano: «Casi como en Italia, ¡bravo!». Además, Feijóo se quedó sorprendido cuando Antonia le explicó que ella come todo el marisco crudo, no solo los mejillones.

La comida también sirvió para intercambiar historias y reflexiones sobre sus raíces. «Tenemos en común con mi pueblo, con el sur de Italia, la lucha y la humildad de las familias del campo», contó Antonia, que también resaltó la similitud entre gallegos e italianos en la emigración: «En Argentina solo encuentras gallegos e italianos, somos primos hermanos».

La isla de Toralla

Finalmente, Xisco y Antonia se desplazaron hasta la playa de Samil, donde el vigués hizo una demostración de música tradicional en directo.

«Esta playa tiene un proyecto precioso para recuperar las dunas y su naturaleza original, algo que me encanta», declaraba Feijóo. Y en el paseo por Samil no pasó desapercibida Toralla. El artista le explicó la polémica de esta edificación a la italiana, que bromeó: «¿Crees que le pondrán una bomba?».

Tras esta completa jornada, Dell'Atte tuvo claro su veredicto final: «¡Me quedo en Vigo!».