'Arde Madrid' podría considerarse como una explosiva mezcla entre 'La Dolce Vita' y 'Bienvenido Mister Marshall'. Una España en blanco y negro vista desde un prisma donde se combinarían las miradas de Federico Felliniy Luis García Berlanga. Los años en los que el país empezaba a salir de su aislacionismo internacional pese a la dictadura franquista y al que los Estados Unidos volvieron a poner en el mapa en su busca de aliados para su guerra contra el comunismo. La serie de Paco León y Anna R. Cuesta es una de las mejores ficciones televisivas patrias de este año, en una temporada donde las series españolas han vivido momentos tan dulces como el éxito internacional de 'La Casa de Papel', la llegada de 'Fariña' y la apuesta de Movistar por las series de calidad. Arde Madrid se incribe entre esos títulos de prestigio de Movistar y el éxito alcanzado el fin de semana de su estreno ha conseguido su renovación para una segunda temporada. La primera entrega se ve en un suspiro, ocho episodios de media hora de duración cada uno que pueden maratonearse una tarde de fin de semana.

La serie gira en torno a la figura de Ava Gardner (Debi Mazar) viviendo la vida loca en España, ya fuera en su casa o por los garitos de Madrid. Una fiesta perpetua, donde las botellas de bourbon y champán caían como si fuesen agua. La protagonista de la serie es Inma Cuesta que interpreta a Juana Mari, una agente franquista que se infiltra en el servicio doméstico de Ava Gardner para asegurarse que allí no se hacen cosas de comunistas. Si Estados Unidos espió a John Lennon molesto por su campaña contra la guerra del Vietnam, ¿por qué no imaginar lo mismo con la estrella de Hollywood y el régimen de Franco? Al fin y al cabo, Gardner tenía una amistad abierta con un literato que estuvo a favor del bando republicano en la Guerra Civil española, Ernest Hemingway. En su papel de espía, Ana Mari tiene como tapadera en la casa un falso matrimonio con Manolo (Paco León), cuya afición por los chanchullos y pegar pelotazos les hará meterse en más de un lío. Tenemos también al general Juan Perón, el expresidente de Argentina, que es el sufrido vecino de abajo que soporta noches de insomnio por culpa de las juergas de la diva, al igual el señor Yunioshi que interpretara Mickey Rooney en 'Desayuno con Diamantes'. La serie cuenta con cameos de personajes de la farándula de la época que van desde Lola Flores a Marisol pasando por Carmen Sevilla.

La afición de la diva de Hollywood por España comenzó una década antes del primer capìtulo de la serie. Le encantaba el topicazo que antes tanto gustaba a los turistas extranjeros, haciendo suya esa frase de "español, torero, flamenquito y olé". Podía pasarse la noche bebiendo y, pese a haber dormido solo dos horas, cumplir sobradamente durante el rodaje. Sería raro que viéramos su affaire el torero Luis Miguel Dominguín en 1953. Ni la noche en la que El Fary era el taxista que la llevó por los garitos de Madrid una noche loca.

La primera temporada de la serie nos sitúa en los momentos en los que se estaba preparando el rodaje de 55 días en Pekín, una de las últimas superproducciones que Samuel Bronston realizó en España. El emporio cinematográfico que Bronston había montado en Madrid cayó como consecuencia de los excesos presupuestarios de la películas. La productora terminó de hundirse con 'La Caída del Imperio Romano'. Concretamente, 55 días en Pekín cuenta la historia del levantamiento de los boxers en el año 1900, revuelta en la que se exigía la expulsión de China de los extranjeros occidentales, llegando a asediar las embajadas occidentales. El trío protagonista está compuesto por Ava Gardner, Charlton Heston y David Niven. Si a alguien le sorprende la cantidad de alcohol que bebe el personaje de Ava Gardner en 'Arde Madrid', el director de la película tampoco se quedó corto. Nicholas Ray cayó desplomado en pleno rodaje debido al abuso de alcohol y de estupefacientes, incidente que suposo el final de su carrera. No volvió a ponerse tras las cámaras hasta los años 80. La película tuvo que ser acabada por otros directores, incluso el propio Heston se ocupó de algunas escenas.

La antipatía que tenía a España Frank Sinatra, la pareja de Ava Gardner en los años en que transcurre la primera temporada de 'Arde Madrid', también es real. A lo largo de su tortuoso matrimonio, vino en varias ocasiones a buscar a su esposa y a tratar de recuperarla. Incluso llegó a quedarse a vivir en Madrid con ella. Quizá no fuera suya esa frase de que los españoles huelen todos a ajo (las crónicas rosas se la atribuyen a Victoria Beckham), pero sí que dijo "Nunca volveré a este maldito país", tras su detención en una pelea en su hotel durante el rodaje de 'El coronel Von Ryan' en 1965, cuando ya se había consumado el divorcio. Su personaje podría ser una de las incorporaciones de la segunda temporada. Pero en 'Arde Madrid' no importa tanto el mundo de los famosos, como la visión que de ese ambiente tienen sus criados. Una clase trabajadora que mira como una élite privilegiada se divierte y vive a todo tren. Una España que quiere dejar de ser en blanco y negro para verse a todo color.