De su cabeza han salido series tan dispares como 'Los Serrano' y 'Vis a vis', con lo que con su currículum puede trazar perfectamente la evolución de la ficción en la televisión española en este siglo. No obstante, aunque muy distintas, ambas ficciones tienen en común un componente emocional al que Iván Escobar (Palencia, 1971) tanta importancia le da. Algo que se confirma en 'Express', la primera serie original de Starzplay en España (producida junto con The Mediapro Studio), que protagoniza su musa, Maggie Civantos.

¿Starzplay quería empezar con buen pie, con uno de los mejores?

En el mercado actual no hay ni mejores ni peores guionistas, sino proyectos. Starzplay quería una apuesta con mucha personalidad, que no dejase indiferente y escucharon a muchas productoras. Les conté cuál era el tema de fondo: la locura en la que estamos metidos, donde todo es exprés. Y hubo algo de ese concepto que conectó. Porque buscaban una mirada de la realidad actual.

¿Cómo surgió el tema de los secuestros como metáfora?

El secuestro exprés es algo que me acojona y me atrae, pero solo es la excusa. El tema profundo es la velocidad.

 Surge de una anécdota de un viaje a Los Ángeles donde fuimos a hablar de una serie. Nos metieron en una habitación y no había sillas. Solo una mesa. Así las reuniones solo duran 10 minutos. Proyecté esa idea: no hay sillas para que nos marchemos pronto. Hay comida exprés, divorcios exprés... Pero ¿adónde va ese tiempo? No es para tener mejores vidas, sino que se va por un sumidero donde se pierde para siempre.

"Pensarían: está loco, no es un ‘thriller’ de persecuciones. Pero es que no quería hacer una serie americana"

Hay muchos géneros. Y muchas reflexiones. ¿Es lo que buscaban? 

Este era el reto. Y el miedo. Porque pensarían: se ha vuelto loco, no es un 'thriller' de tiros y persecuciones. Pero es que no quería hacer una serie americana. Quería tener ternura, humor, violencia, reflexiones. Una mirada mucho más poliédrica, porque eso es la vida. 

En principio choca meter humor en una serie de secuestros.

En un tanatorio, para exorcizar el miedo, la gente se ríe. Eso me parecía lo más atractivo y lo más difícil de transmitir a Starzplay y Mediapro: que no queríamos hacer un 'thriller' puro, sino que nos parecía un reto hibridar los géneros y contarlo a través de la mirada de Bárbara, una mujer que quiere estar en todos los frentes: intenta ser madre, policía, esposa... Y va fallando en todo. Ese relato de los perdedores es lo que me parece más atractivo.

Dice que no quería hacer una americanada con persecuciones.

Es que saldríamos perdiendo. A mí me gusta más ver cómo una madre discute con su hija y pelea por un beso suyo que una carrera de siete coches por una autopista de seis carriles. Primero, porque los americanos tienen más dinero y lo hacen mejor. Pero, también, desde mi punto de vista, eso está muerto de emoción. Lo último que quería hacer es que Express fuera una serie americana. 

Hay suspense, pero la parte emocional lo impregna todo.

Eso es lo queríamos. Incluso generar dilemas. Entre lo malo y lo peor, ¿qué elijo? ¿Qué hago? Queremos preguntarle al espectador qué haría. No queríamos una cosa fría que solo entrase por los ojos, porque fuese espectacular, sino que generara sensaciones emocionales.

La protagonista deja de intentar resolver un secuestro para ir a una reunión del cole de su hija.

Y lo esquizofrénico que es decirle eso a una productora. ¿Cómo una psicóloga criminalista va a hacer eso? Pero eso ocurre en la vida real. La imagen de nuestra protagonista es la de aquel personaje de platillos chinos que cuando le da cuerda a uno se le empieza a caer otro. 

Y las escenas familiares, en lugar de distender, traen más conflictos.

Y son conflictos reales. Todos los que tenemos hijos lo sabemos. Tienes una batalla en casa, otra en el trabajo, otra con tu pareja. Necesitábamos que todas estas capas cupiesen en la serie. ¿Y quién era capaz de interpretarlo? Maggie Civantos. 

¿Tenía que ser ella, cierto?

Fundamental. Porque queríamos una mujer que intenta pelear por el matrimonio, pero siente que su marido le falló en el peor momento; que intenta entenderse con su hija y no puede, pero la quiere. ¿Cómo demonios vas por ese viaje con tantas piedras? Y Maggie ya había demostrado en 'Vis a vis' que era capaz. Se me hace imposible pensar en 'Express' sin Maggie Civantos, porque es una mirada vehicular que te agarra de la mano como espectador y te lleva por su vida. A mí me enamora. 

"Se me hace imposible pensar en 'Express' sin la actriz Maggie Civantos. Tenía que ser ella"

Una heroína imperfecta.

Las ficciones modernas ya no están habitadas por héroes, sino por gente que se equivoca.

Los personajes femeninos están muy presentes en esta serie. 

Esa era nuestra obsesión. Pero no por ser políticamente correctos. Teníamos muy claro que era Maggie, y una mujer sobre la que se sostenía una familia desestructurada. Necesitábamos también rodearnos de mujeres escribiendo, produciendo... No queremos abanderar nada, pero creemos que la igualdad llega a través de la normalización. No me parece que tenga que ser un titular que una mujer protagonice una ficción.

"El secuestro exprés democratiza el delito y el miedo. Y este es uno de los leitmotivs de la serie"

Una familia muy diferente a la de 'Los Serrano', de su creación. A todas las de aquella época, tan estereotipadas.

En esta especie de Mercadona donde están las series sin personalidad, con finales felices y personajes estereotipados, estamos obsesionados por generar sensaciones. No dejar al telespectador indiferente. Dejar de lado las series que se parecen. Si te acercas a 'Express', es por una apuesta. Son situaciones reconocibles, pero con personajes con capas. Estas son fundamentales.

Se habrán documentado para hablar de secuestros con rigor.

Sí. Hemos hablado con la policía y con víctimas. Y vimos que prácticamente todos conocíamos a alguien a quien habían secuestrado. Era aterrador. En Latinoamérica es una auténtica plaga y es un delito que está llegando aquí, porque no necesita una gran infraestructura: dos chavales con un mal día y un maletero. Y te crujen la vida. Esta facilidad para delinquir democratiza el delito y el miedo, que está muy presente. Incluso en las noticias. El miedo es uno de los leitmotivs de la serie.