De Michael Giacchino conocíamos su casi inigualable talento para componer música de cine, televisión y videojuegos. Fue a través de estos últimos que J. J. Abrams lo descubrió y se lo llevó a la serie 'Alias', en el que sería el principio de una gran relación profesional: llegarían después las bandas sonoras de 'Perdidos', 'Fringe (Al límite)' o la última trilogía cinematográfica de 'Star trek'. Casi sin darse cuenta, Giacchino ha dejado su huella (épica, imaginativa, personal pero flexible) en todas las marcas y franquicias importantes del Hollywood reciente, de Pixar (recordemos su tour de force jazz para 'Los Increíbles') a Marvel (empezando por 'Doctor Extraño'), de 'Star wars' ('Rogue One') a 'Mission: Impossible' (tercera y cuarta entregas). Suyo es el sonido del 'blockbuster' contemporáneo. 

Lo que no sabíamos de él es que, además de bandas sonoras, quería componer escenas. Dirigir fue siempre su plan. "Bueno, llevo haciéndolo desde los nueve años", nos explica en entrevista por videollamada. "Cuando mi padre me dio su cámara de 8mm, empecé ya a hacer mis propias películas. Y es a todo lo que me dediqué de joven, desde los nueve hasta… Es que en realidad no paré en ningún momento. Fui a la escuela de cine [la Escuela de Artes Visuales de Nueva York]; hice todo eso que hay que hacer. Al tener hijos, empecé a rodar películas con ellos. Simplemente, acabé haciendo carrera en la música, algo que también adoro, claro. Y que me ayudó a aprender mucho sobre cómo se hacen las películas; sobre cómo se cuenta una historia". 

De todos los directores con que ha trabajado, ¿cuál le ha dado las mejores lecciones técnicas? "Todos ellos. De todos he aprendido algo –asegura–. Pero fue increíble trabajar con J. J. Abrams. Me encanta ver cómo trabaja y lo bien que interactúa con el equipo. Por otro lado, tienes a alguien como Matt Reeves [con quien ha colaborado en 'Monstruoso', la saga 'El planeta de los simios' o 'The Batman'], cuya atención al detalle es insuperable; no conozco a nadie tan exigente y que esté tan atento a cada milímetro de la historia. Brad Bird ['Los Increíbles', 'Ratatouille'] es uno de los mejores narradores visuales del mundo. Pete Docter, también de Pixar, con quien trabajé en 'Up' y 'Del revés'… ¡He tenido los mejores maestros! Es como si hubiera estado asistiendo a clases magistrales durante veinte años". 

Especial realmente especial

Mientras hablaba con Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, sobre esta pasión por dirigir, su poderoso interlocutor le preguntó qué esquina del universo de la compañía querría visitar. Giacchino no lo pensó dos veces: el Hombre Lobo, o más concreto, su encarnación de los setenta, Jack Russell. "¿En serio?", contestó Feige. "¡Sí!", dijo Giacchino. Y se lo justificó con estas palabras: "Es una parcela del universo Marvel que todavía está por explorar. En ella, además, existen un puñado de personajes interesantes y a los que no cuesta coger cariño, el propio Russell en cabeza. Me encantaban esos tebeos. Me encantan porque tratan de gente con problemas aún mayores que los que podamos tener nosotros, y es importante recordar que hay gente ahí afuera en el mundo luchando con algo".

Las películas de monstruos hablan, casi siempre, de gente luchando consigo misma. "Son alegorías sobre la humanidad, sobre la empatía", dice Giacchino. Por eso es 'monster movie' en toda regla el encantador especial de 53 minutos 'La maldición del hombre lobo' (Disney+, viernes, día 7), con Gael García Bernal como Russell. El personaje es, en principio, uno de los cazadores de monstruos reunidos en el Templo Bloodstone para llorar a su fallecido líder y competir en una cacería que otorgará a uno de ellos el control de una poderosa reliquia, un arma sobrenatural sin igual. Elsa (Laura Donnelly), hija del fallecido, ha perdido su derecho natural tras décadas de ausencia, por lo que debe competir de forma tan encarnizada como cualquiera.

En su examen final tras dos décadas de 'masterclasses', Giacchino demuestra su conocimiento del cine de terror de los treinta y cuarenta (el especial está rodado casi por entero en blanco y negro) y, cual alumno aventajado de Abrams, se marca una dirección dinámica e incluso virtuosa: ese plano secuencia con la sangre salpicando varias veces a cámara. "Nada habría salido igual sin gente de mi equipo como el montador Jeffrey Ford, con quien ya llevaba cinco películas, él montando y yo componiendo [entre ellas, 'Spider-Man: No way home', la sexta más taquillera de la historia]. Siempre estás aprendiendo con gente así. De su talento y de su buen humor", dice un Giacchino no poco afable.