El gallego Cristian Toro y Saúl Craviotto aunaron la experiencia y la juventud, pero sobre todo el poderío, para convertir el K2 200 metros en el nuevo bote ganador del piragüismo español. Algo más de siete años separan al catalán afincado en Gijón y al gallego nacido en Isla Margarita (Venezuela), pero en un tiempo récord han logrado una compenetración de oro.

La de ayer es la cuarta medalla de oro para el piragüismo sprint español en unos Juegos. Se une a los logrados por el gallego David Cal en el C1 1.000 metros de Atenas 2004, al del propio Craviotto y Carlos Pérez Rial Perucho en el K2 500 metros de Pekín 2008 y al de Marcus Cooper en Río 2016. En total España acumula trece metales olímpicos en este deporte: esos cuatro oros más siete platas y dos bronces.

Craviotto se suma al selecto grupo de deportistas españoles con dos oros olímpicos. Tras ganar con Carlos Pérez Rial en Pekín, el ilerdense supo también triunfar en solitario y entre otros logros internacionales del máximo nivel se colgó la plata en Londres 2012 en K1 200 metros. Se une a la lista formada por el tenista Rafa Nadal, los regatistas Luis Doreste y Theresa Zabell, el gimnasta Gervasio Deferr y el pistard Joan Llaneras.

Policía de profesión, en noviembre del pasado año comenzó a unir todas sus fuerzas y a preparar junto a Toro un barco que primero lograra el billete olímpico y luego que fuera ganador. Y en estos largos siete meses, el experto y el joven, competitivo como pocos, lo han conseguido.

Juntos certificaron su presencia en Río al ganar en Duisburgo (Alemania) y posteriormente consiguieron el oro en la Copa del Mundo, en ambos casos con una ventaja importante. En la Lagoa Rodrigo de Freitas, tras pasar directamente a la final al ganar con autoridad su serie, se impusieron con una diferencia notable de 0.293 sobre el bote británico en una nueva demostración del potencial de este dúo.

En la final, la pareja española fue de menos a más, situándose tercera en la primera mitad de la prueba y tomando la cabeza a menos de cien metros de la línea de meta, para imponerse con un tiempo de 32.075. La plata fue para los británicos Liam Heath y Jon Schofield (32.368), mientras que el dúo lituano formado por Aurimas Lankas y Edvinas Ramanauskas se colgó el bronce (32.382).

Además, Saúl Craviotto quiere seguir siendo protagonista en aguas de Río de Janeiro. Todavía le resta su participación en K-1 200, que comenzará hoy a las 14.00 horas, donde tratará de mejorar la plata conseguida en Londres.