"Sé que es mi última competición como profesional aunque intento no pensar en ello". Raúl Entrerríos no quiere darle vueltas a su retirada. Aunque Tokio se presenta como el último gran baile, para él y para una de las mejores generaciones de la historia del balonmano español.

"Cuando ves el número de internacionales y la edad de los jugadores de este grupo te das cuenta de que para muchos de nosotros estos serán los últimos Juegos", discurre Antonio García, una de las novedades de la selección española, para EL PERIÓDICO. El jugador de La Llagosta regresa al equipo español tras una campaña espectacular al mando del BM Granollers. Y aunque la llamada del seleccionador le llegó por sorpresa tiene claro lo que le viene por delante. "Después de perderme Rio por la eliminación en el preolímpico y Londres por una lesión, esto es un sueño hecho realidad". El balonmano le ha devuelto a Antonio lo que le debía. 

Maldición olímpica

También a todo un grupo que con la pandemia ha visto como se alargaba su maldición olímpica. Lo han ganado todo, son temidos, pero les queda algo: saborear la gloria olímpica. De ahí a que Raúl Entrerríos, el capitán, decidiera alargar un año más su carrera tras la suspensión de Tokio 2020. De ahí, quizás, al regreso de Antonio García y Julen Aginagalde a un grupo del que sorprendentemente se ha caído Joan Cañellas. El catalán abandonó la concentración previa a los Juegos por una lesión y, pese estar recuperado y entrenando con su equipo, no ha vuelto a recibir la llamada de Jordi Ribera. 

Con él o sin, España llega a Tokio como el rival a batir. "Llevamos más de una década siendo favoritos y eso nos tiene que ilusionar y hacer jugar con tranquilidad. Sabemos que mostrando nuestro mejor nivel podremos volver a casa con un metal en el cuello", asevera Antonio García recordando que no tienen presión, más bien "responsabilidad e ilusión". Responsabilidad por mantener el listón de donde casi nunca lo han bajado e ilusión por cerrar ciclo con un triunfo histórico. “Con el bagaje del grupo y el gran número de medallas de los últimos años, Tokio puede parecer un 'The last dance'Estos Juegos son una opción muy bonita para poner fin a la carrera deportiva de muchos de nosotros y vamos a luchar con todo para conseguir algo histórico".

Nunca en una final

Algo como el oro. Algo que a la vigente campeona europea y bronce Mundial se le resiste. Porque España nunca ha pasado de la tercera plaza olímpica y sabe que partiendo en un grupo complicado como el actual, la dificultad se reducirá a partir de los cuartos, donde se habrá sacado de encima a más de una favorita.

Eso sí, el camino no se antoja fácil. Los Hispanos, que debutan el sábado ante la selección germana (9.25 hora española), se medirán a Alemania, Noruega, Francia, Brasil y Argentina en una primera fase en la que los cuatro primeros se clasifican para los cuartos de final. 

El debut, a priori, no debería complicársele a la selección, pues Alemania, pese recuperar a Uwe Gensheimer, llega en su peor momento. Los rivales a batir parecen Noruega y Francia. Los nórdicos han logrado dos platas mundiales y un bronce europeo en los últimos años y llegan a Tokio en busca de su primera medalla olímpica mientras que los franceses quieren la quinta. Con Karabatic recuperado no hay quien descarte a 'Les Experts' para ocupar el trono. La Brasil de los azulgranas Haniel Langaro y Thiagus Petrus y la Argentina de los Simeonet llegan para demostrar que son una alternativa real a las potencias europeas.

El grupo es complicado, pero más lo ha sido el camino hacia Tokio. Y con todos los obstáculos derribados, los Hispanos están dispuestos a darse un último baile bañado en oro.