La selección española femenina de baloncesto sumó ayer una nueva victoria ante Serbia (85-70) en la segunda jornada de los Juegos Olímpicos y acaricia la clasificación para cuartos de final, una victoria con valor añadido porque supone la revancha del último Eurobasket tras una gran remontada.

A la esperada irrupción de Alba Torrens, máxima anotadora del encuentro con 25 puntos, se sumaron la puntería exterior de Maite Cazorla (5/6 en triples), la versatilidad de Cristina Ouviña (10 puntos, 8 rebotes, 8 asistencias) y la labor interior de Astou Ndour (20 puntos, 9 rebotes) para sonreír de nuevo en el Saitama Super Arena y coger muy buenas sensaciones.

Con estas cuatro jugadoras a un nivel brillante, España firmó una gran remontada en un partido que tenía cuesta arriba en el ecuador del tercer cuarto, momento en el que perdía por nueve puntos de diferencia (43-52). Cuando se vio contra las cuerdas, protagonizó una reacción fulgurante y sumó una remontada que acabó siendo incluso amplia, dato importante de cara a un posible triple empate con Canadá, que será su próximo rival el domingo (3.00 hora española).

Serbia llegaba como vigente campeona de Europa, título que levantó en Valencia eliminando precisamente en cuartos a España, y durante gran parte del encuentro parecía que se iba a repetir la historia. Jelena Brooks (16 puntos) e Yvonne Anderson (15) dominaban el juego y España no lograba sentirse cómoda, sobre todo en la batalla por dominar el rebote (21-31, min.14).

Efectiva defensa

El equipo entrenado por Lucas Mondelo achicó agua antes del descanso apoyándose en una efectiva defensa en zona (41-44). Serbia volvió a estirarse a la vuelta de vestuarios, pero fue un espejismo y apenas pudo anotar 26 puntos en toda la segunda parte ante un rival que apretó mucho las tuercas en defensa.

En ataque fue Cazorla la responsable de encender la mecha. La escolta del Perfumerías Avenida irrumpió en los Juegos con cuatro triples en apenas cuatro minutos y lideró el parcial de 26-8 con el que España volteó el partido por completo hasta disfrutar de una renta importante en un cómodo final. Torrens se sumó a su llamada y el partido estaba encarrilado a falta de cinco minutos (69-60).

Serbia realizó un último intento con Anderson (71-66), pero apareció Ndour con cinco puntos, seguidos por el quinto triple de Cazorla, el último y sonoro clavo en el ataúd balcánico. Con su rival hundido, España no perdonó la oportunidad de hacer sangre y finalizó el duelo con su máxima ventaja en el marcador, quince puntos de renta, el final soñado por Mondelo para su partido 150 al frente del equipo nacional.