Rafa Mir fue la solución de España en los cuartos de final y es el problema para la semifinal. El delantero marcó los tres goles que rompieron el empate ante Costa de Marfil y sellaron la clasificación saliendo desde el banquillo, como ha sido durante todo el torneo olímpico. La Rojita juega sin un nueve tradicional, referente, como es el héroe murciano, que además lleva el dorsal identificativo, pero el incuestionable mérito que tuvo para que la selección opte a las medallas le hacen acreedor de la titularidad. Aunque sea por un día. Se la ganó.

Esa es la mayor incógnita de la alineación en el duelo frente a Japón de este miércoles (13 h.) en Tokio. Tal vez no sea siquiera ni un debate para Luis de la Fuente, que adoptó hace meses la fórmula del nueve falso que encarna Mikel Oyarzabal, titular en los cuatro partidos del torneo olímpico. Igual que Dani Olmo. Ambos son indiscutibles, no solo por haberse incorporado al grupo tras disputar la Eurocopa con Luis Enrique.

Malos gestos de Asensio

La tercera plaza se la han repartido Javi Puado (un partido) y Marco Asensio (tres). El madridista fue sustituido frente a Costa de Marfil y reaccionó mal, expresando su enfado. Algo que no ocultó tres días después. "Me encontraba bien, creo que sentía desde dentro la victoria y que el gol nuestro iba a llegar. Pero [De la Fuente] toma la decisión de cambiarme”, explicó. El seleccionador no quiso ir más allá de lo sucedido con los visibles gestos del frustrado jugador madridista, el único de los delanteros que no ha marcado. Mir lleva tres, Oyarzabal suma dos y Olmo y Merino han aportado uno cada uno.

"Asensio es un futbolista muy importante para nosotros. En el campo, en el banquillo y en la grada”, dijo De la Fuente. “Igual que el resto”, añadió el técnico, después de haber destacado la abnegada actitud de Mir, "que se está dejando la vida por participar con el equipo".

Porque el futbolista, nacido en Cartagena hace 24 años, no es una estrella como Asensio, con una taquilla garantizada en el vestuario del Madrid. Ni titular. Mir entró de suplente, como en los otros partidos, pero en un momento mucho más crítico. Cumplido el minuto 90, inmediatamente después del 2-1 de Costa de Marfil. El delantero del Huesca (propiedad del Wolverhampton, que lo cedió por tercera vez) estaba calentando y fue corriendo hacia el banquillo, convencido de que era un cambio cantado. Tres minutos después (de los cinco concedidos) restableció el empate en el primer balón que tocó. En la prórroga marcó dos tantos más para que la historia fijara un 5-2 ficticio.

Dura competencia

Oyarzabal es quien juega habitualmente en el sitio de Mir. Una dura competencia. Sea de entrada o durante el duelo, para España serán tan necesarios el falso nueve como el nueve puro. Japón no solo es el anfitrión, sino que lleva dos meses de concienzuda preparación y, además, solo ha encajado un gol en los cuatro partidos (en el 2-1 ante México). Al combinado nipón, que lidera Takefusa Kubo (tres goles), le faltará el central Takehiro Tomiyasu, sancionado por tarjetas.