Buenas y malas noticias para el atletismo español. La peor de todas llegó ayer por la mañana, cuando se supo que el subcampeón olímpico de 110 vallas en Río, el hispanocubano Orlando Ortega, no podrá disputar estos Juegos Olímpicos por culpa de una pequeña rotura en sus isquiotibiales. El vallista parecía haber superado durante la presente temporada la patología que sufrió el pasado mes de febrero, pero en vísperas de su cita más importante ha tenido que renunciar.

Solo unas horas antes, durante la madrugada en España, el panorama invitaba al optimismo. Javier Cienfuegos se metía en la final de martillo y Marta Pérez se clasificaba en la repesca para la semifinal de 1.500. Aunque el suspense para los españoles estaban en el saltadero, con Eusebio Cáceres a punto de colgarse el bronce en la longitud con un último intento competitivo, 8,18 metros, que lo dejó tres centímetros del podio.

El cubano Echevarría lideraba el concurso con 8,41 en su tercer salto. El griego Miltiades Tentoglou, que en ese momento ocupaba la cuarta posición, se fue también hasta los 8,41 en su último intento e igualó con Echevarría, que en el tercero había saltado para oro pero en el cuarto se lesionó y no pudo responder al ataque del griego.