Opinión

Pedro De Silva

Audiencia en caída libre

El papa Ratzinger ha perdido medio millón de espectadores en directo en 2008, y la mitad en lo que va de pontificado. En reciente mensaje por internet ha dicho que no quiere ser una estrella, pero la frase atufa al viejo truco de hacer virtud de la necesidad. Aunque el Vaticano es empresa seria, en la que el conductor del programa no depende del rating, en el mercado religioso estas cosas cuentan, y del tamaño del mercado al final depende la recaudación. Ratzinger hizo una apuesta a fondo para intentar mantener el carisma de Woytila, pero le falla el gesto, que es la forma del alma. Woytila, que era formidable actor, tenía su punto fuerte en una sonrisa franca y a la vez socarrona, mientras Ratzinger la intenta seráfica pero acaba siempre forzada, y se congela en una mueca extraña. Con ese bagaje no hay audiencia que aguante, por mucho que uno depure la teología y el concepto.

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