Opinión

Pedro De Silva

La independencia que hace falta

La dependencia energética de Europa es la dependencia de Europa. Mientras esa dependencia persista, no habrá una estrategia continental creíble, en ningún campo. ¿De qué vale proyectar grandes viajes al futuro si no hay gasolina en el depósito, y el dueño del surtidor corta el servicio cuando le parece? La UE debería plantearse como objetivo central un drástico ahorro energético, la promoción de fuentes de energía alternativas al petróleo y hasta un ajuste sensible de su modelo general de consumo. El mejor propósito europeo de año nuevo sería ponerse a dieta, para curar la petrodependencia. Al lado de esta falta de autonomía continental, resultan patéticas las ínfulas independentistas de algunos pequeños territorios. Es como si mientras el barco anda escaso de carbón para la caldera, un grupo de pasajeros sólo pensara en encerrarse en su camarote, para preservar la identidad.

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