Opinión

Paco Vedra

Cuatro cosas

- Cielos: ha dejado con la boca abierta a más de uno -y de varios-, dentro y fuera del Partido, la gran devoción emiliana de Mar, ya sabéis. Onte en Santiago, la poderosa herculina, número tres del Peseoedegá, hizo una loa del mando digna de los viejos -¿y añorados?- tiempos de sir Paco. Y se la ve ya de two. Uyuyuy.

- Por cierto que, en hablando de lo profundo soeciata, habéis d saber -o al menos eso narra avecilla- que las cosas cambiaron mucho en el norte. Se acabó aquello de la cuota vazquista -Barcón supo verlo a tiempo- y el que corta todo el bacalao es ya el montepío. Y no deja ni las raspas. Conste.

- Ya, ya, el pájaro sabe que Salvador -Fernández Moreda, ofcourse, uno de los últimos de Filipinas- resistió lo que pudo, pero se encontró con lo inesperado, o así: que el alcalde Losada optase por ser cola de un león antes que ca- beza de un ratón. Y es que sic transit gloria mundi, macho. ¿Capisci...?

- En fin, que -si queréis seguir el consejo de un veterano de guerra- deberíais tener en cuenta que en el norte nada será lo que fue a partir del mes de marzo, sobre todo si los zurdos consiguen mejorar resultados. Algo que sería decisivo cara a la tercera legislatura, si se da, del Bipartito, periodo cara al que ya quieren jugar unos cuantos más. Ojo.

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