Día Escolar de la No Violencia y la Paz

Hoy es miércoles, 28 de enero, día en que se celebra la festividad de Tomás de Aquino, patrono de la Universidad. Y dedicaremos la columna a otro día de aniversario en el ámbito educativo, el próximo viernes, 30 de enero. Una fecha importante. Y es que ese día se celebra el DENIP, Día Escolar de la No Violencia y la Paz, impulsado hace más de cuarenta años por el maestro mallorquín Llorenç Vidal. Esa jornada, en conmemoración de la muerte del líder pacifista Mahatma Gandhi, está considerada como la más importante propuesta de educación para la paz de nuestro tiempo. Y no es para menos: en escuelas de todo el mundo, este día se traduce en una jornada de trabajo que involucra a toda la comunidad educativa, buscando fomentar la educación en y para la tolerancia, la solidaridad, el respeto a los derechos humanos, la no violencia y la paz.

Los temas que nos acerca el DENIP eran importantes en la época en que vivió Gandhi. Y siguen siendo, hoy por hoy, primera plana en los periódicos. Por eso no podemos dejar de apelar, en un día como ese, a la denuncia de la situación de desprotección en la que viven millones de personas en países en conflicto. Y, complementariamente, exigir también a los gobiernos y a la comunidad internacional que se responsabilicen de garantizar la seguridad de la población civil. Tomen nota: actualmente existen en el mundo cerca de treinta conflictos enquistados. Situaciones de larga duración. cuya resolución es compleja. Y, en tal contexto, una población civil que sufre. Una población que se lleva la peor parte y que, en ocasiones, no es únicamente una víctima colateral de los conflictos. Es evidente que, en ciertos conflictos, el ataque a la población civil es un arma calculada para minar al enemigo.

Estamos viviendo en este momento de la historia, como ejemplo claro de esto, un ataque sistemático contra la población civil palestina, dentro del contexto del conflicto entre Israel y algunos movimientos como Hamás. En esta y otras escaladas armadas se cometen terribles atrocidades contra la población civil. Y no crean que esto es sólo práctica de fuerzas irregulares o guerrillas. Gobiernos legítimos, ante la mirada distraída de la comunidad internacional, han caído y siguen cayendo en estas prácticas aberrantes. Es necesario detener estas masacres, fortaleciendo el papel preventivo, garante y coercitivo de la comunidad internacional en situaciones de vulnerabilidad de dicha población civil.

Y es que estamos, demasiadas veces, viendo que infraestructuras civiles como hospitales, clínicas y escuelas se convierten en objetivos de dicha violencia. Esto, aparte de producir muertos y heridos entre la población civil, priva a esta del acceso a servicios básicos y fundamentales. Y, como consecuencia, lleva a mucha más destrucción y muerte.

Pero hay más. En tales contextos, con frecuencia, las familias son divididas y separadas. Los niños permanecen en una situación especialmente vulnerable, bajo la amenaza de ser raptados y obligados a combatir. Y no es raro tampoco que las niñas sean muchas veces secuestradas, violadas como estrategia de guerra, y forzadas a ejercer la prostitución.

El nivel de información que tenemos hoy sobre estas cuestiones es altísimo. Pero a veces sorprende que, a mayor conocimiento, también a veces mayor indiferencia. Pero, aunque miremos para otra parte, estas cosas pasan en el mundo que usted y yo habitamos. La solución sólo vendrá de una participación comprometida de todos y todas, decididos a poner nuestro granito de arena. Por eso, experiencias como el DENIP son importantes. Porque tratan de despertar en los más jóvenes un posicionamiento activo en contra de esa lacra para la humanidad que es la guerra y la vulneración del derecho a la seguridad y a la vida. Esta es la base para una ciudadanía activa en contra de la violencia.

Feliz DENIP. Feliz Día de la No Violencia y la Paz 2009.

jlquintela@mundo-r.com