Cuatro cosas

Gustó poco -o, para ser exactos, nada- la ausencia, onte, del candidato del Pesoedegá por Pontevedra -o sea, el compañero presidente- en el acto de la presentación de la lista en Vigo. Y el motivo menos todavía, sobre todo cuando se dijo que sí acudiría a la kapital. Porque ya sabéis cómo esta ahora el ambiente intercities. ¿No?

Algunos, que tienen muy mala milk, sospechan que, aparte la razón oficial de que no acudiera, hubo otra real: el asunto Lola. Ya, ya, la presidenta de la Cámara curra sin rechistar y sigue como si tal cosa, pero el que más o el que menos no la temía a ella sino a sus fans. Pocas, pero ruidosas. ¿Eh?.

Eso aparte, la hueste se acohonó tras la intervención de la número two. Acabado el acto -y de forma discreta, eso sí- alguien preguntó si en el partido había un capellán. Más que nada para encargar unas misas y organizar una novena electoral; a santa Rita, claro. Pero como son agnósticos... Uf.

Otro asunto. Lo de las encuestas. Conviene, según Anacleto, que -si pretendéis saber de qué va la cosa de verdad- os asesoréis por expertos en gastronomía, porque las que se dan a conocer estos días tienen más horas de cocina que Arguiñano. Y es que quien las paga empieza a temer en serio que, con eso del voto oculto, cataclóc. ¿Capisci?