Opinión | shikamoo, construir en positivo

José Luis Quintela Julián

Tengo una pregunta para usted

Resulta siempre sorprendente ver el impacto de los medios de comunicación masivos y, sobre todos ellos, de la televisión. Y eso incluso en estos tiempos, caracterizados por las programaciones casi a la carta, por la enorme diversidad de canales temáticos, y por la ampliación del abanico de tal forma, que ahora es más difícil llegar a todo el público potencial destinatario de un mensaje.

Hace cuarenta años, un anuncio en prime time, por ejemplo justo antes del "1, 2, 3, Responda otra vez", lo veía media España. Ahora no es tan fácil -ni tan barato- llegar tan masivamente a la ciudadanía. Y es que, como decía en el primer párrafo, hoy las cuestiones del mercado de los medios van mucho más segmentadas. Y esos prodigios de impacto cuestan cada vez más?

Viene todo esto a cuento en relación con la certera pregunta de uno de los participantes, en el programa "Tengo una pregunta para usted, señor presidente", en el ámbito de las exportaciones de armas de España. Preguntaba Rafael Lafuente por las exportaciones de armas españolas a Israel, después de la brutal escalada bilateral de violencia en que esta última nación ha atacado desproporcionadamente a la población civil palestina. Más que el tema en cuestión, para el que hay datos objetivos, me quedo con el impacto de tal mensaje. El efecto mediático que logró este ciudadano, de una forma natural y directa, fue enorme. Por sus declaraciones a posteriori, ni se trataba de una pregunta incómoda pergeñada por la oposición, ni llevaba implícito el deseo de poner en un aprieto al presidente del Gobierno. Fue una reflexión basada en datos reales, para la que se aprovechó una oportunidad de lujo de airearla. En minutos logró una focalización mediática sobre esta cuestión que, les aseguro, es muy complejo alcanzar.

En Greenpeace, Médicos sin Fronteras, Amnistía Internacional, Fundación per la Pau, la Escola de Cultura de Pau de la UAB e Intermón Oxfam llevamos muchos años hablando de la problemática de los circuitos ilegales de exportación de armas, en el seno de la IANSA (Red Internacional de Acción sobre las Armas Ligeras). Más en concreto, de esas armas ligeras que siguen cercenando vidas de civiles, sin que se haya articulado en mucho tiempo un escenario legal que dificulte la violación de los embargos internacionales. Lo cierto es que hoy las cosas han cambiado, para mejor, en el ámbito español. Se ha mejorado mucho la transparencia. Pero, como reflejaba la pregunta del ciudadano Lafuente, queda mucho por hacer. Durante años -y estos días se presenta en Madrid un libro retrospectivo sobre la cuestión- ha habido un trabajo sistemático y callado, con algunos momentos mediáticos clave, para conseguir cambiar el statu quo del tráfico de armas.

El Congreso de los Diputados, como colofón a ese trabajo continuado desde 1994, aprobaba el 28 de Diciembre del año pasado -hace un mes- la ley española de comercio de armas. Fue un conjunto de pasos desde aquella absoluta opacidad de 1994, a una ley y una actitud gubernamental que sientan cátedra en el ámbito internacional. Pero para ello fue necesario ir paso a paso.

Hay silencios que matan, Armas Bajo Control y otras fueron las campañas con las que se quiso compartir con la sociedad española la necesidad de mejorar la legislación española sobre exportaciones de armas. Recuerdo aquellos días, de faxes reiterados a la Jimddu -Junta Interministerial de Material de Defensa y Doble Uso-, competente en la autorización de las exportaciones de armas españolas, tratando de hacer ver a sus integrantes las consecuencias de optar por una u otra posición en lo tocante a la venta de armas a terceros. Y es que les aseguro que las diferencias de criterio entre las autoridades de Comercio y Exteriores, en tales temas, son siempre grandes. O entre la industria del sector -poderosa- y la sensibilidad política personal, a favor o en contra de la cuestión, de tal o cual presidente.

A nivel internacional hubo también muchos hitos en este proceso. La campaña de minas fue uno de los momentos más importantes. Y, sin duda, más vibrantes. Lady Di capitaneó mediáticamente los esfuerzos de miles de activistas en el mundo, comprometidos en frenar las acciones de una de las industrias más asquerosas que existen. Esa que no tiene reparo en fabricar minas saltarinas de vivos colores, que hieren mortalmente, pero no matan, y que gustan especialmente a los niños

Como dice Vicenç Fisas, director de la Escola de Cultura de Pau, todo lo que se ha hecho en materia de control de armas en España "es una prueba fehaciente de que desde el movimiento social y uniendo fuerzas pueden conseguirse objetivos como este, no sólo de importancia nacional sino con trascendencia también fuera del propio país". A pesar del escepticismo generalizado sobre la cuestión del poder ciudadano, déjenme que yo lo reivindique y, más aún, me parezca una de las piedras fundamentales sobre las que edificar nuestra propia existencia.

Hoy tenemos una ley que obliga al Gobierno a denegar transferencias de armas a países donde podrían usarse para violar los Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario, exacerbar los conflictos y socavar el desarrollo sostenible. El nuevo marco legislativo obliga también al Ejecutivo a someter a control las municiones de caza y tiro deportivo, antes exentas de ellos. Pero queda mucho por hacer. Entre otras cosas, precisamente, comprobando si la ley se aplica o no en cada caso. Y aquí no es oro todo lo que reluce. Por eso el ciudadano planteó con tino y pertinencia su pregunta.

En todo caso, el presidente pudo elaborar su respuesta como la de alguien sinceramente comprometido con tal cuestión, y que pienso -con datos técnicos en la mano- que ha mejorado mucho el panorama en esa materia. Pero, de todos modos, tengo la intuición de que aquí aún habría mucho que rascar? Y por eso siempre es maravilloso que, también en este tema, se manifieste el escrutinio ciudadano.

jlquintela@mundo-r.com

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