Opinión | inventario de perplejidades
José Manuel Ponte
La alarma como negocio
La Organización Mundial de la Salud ha declarado el fin de la pandemia de la gripe, primero llamada porcina y luego gripe A (para proteger los intereses de las industrias cárnicas), respecto de la cual ella misma había decretado el máximo nivel de alarma catorce meses antes. Los peligros de su propagación se plantearon en términos apocalípticos y hubo vaticinios de mortandad equiparables a los de la llamada "gripe española" de 1918, que causó varios millones de víctimas. El virus supuestamente asesino no viajó a la velocidad prevista, pero los medios llevaron la alarma de un confín a otro del mundo de forma instantánea, creando una sensación artificial de pánico en la población y en la clase política. Ante la supuesta gravedad de la situación, los laboratorios de las grandes industrias farmacéuticas se pusieron a trabajar afanosamente en la búsqueda de una vacuna salvadora y los gobiernos, ante la presión de la opinión pública, se manifestaron dispuestos a comprar las dosis necesarias en cantidades masivas. En España, por ejemplo, el Ministerio de Sanidad se comprometió a adquirir el número de dosis que requeriría la protección de la población de riesgo (entre un 30% y un 40% del censo) y el PP le exigió que la protección fuese del 100% para no hacerse cómplice de un genocidio. He repasado los artículos que publiqué sobre esta psicosis, llamemos pandémica, y rememorar las sensaciones que me produjo aquel fenómeno. Los títulos (El gran negocio de la gripe, Mentiras de difusión masiva, La gripe del senador Sánchez, etc.) ya son bastante expresivos, pero al repasar sus contenidos me he encontrado con la crónica de lo que luego ha resultado ser una estafa de grandes proporciones. Una estafa en la que se aprovechó la alarma sembrada para hacer un gran negocio con la vacunación adquirida a las multinacionales farmacéuticas, cuyo uso se ha revelado luego tan irrelevante como la propia pandemia. Recordemos que, en un primer momento, se dijo que la gripe provenía de un virus que había pasado del cerdo al hombre, previo haber sufrido una mutación en unas granjas sitas en México. Inmediatamente, las cadenas de televisión difundieron imágenes de ciudadanos mexicanos provistos de máscaras para evitar los contagios, en la misma técnica manipuladora con que convirtieron un pelícano del norte embadurnado de petróleo tras una marea negra en un pelícano iraquí embadurnado de petróleo por culpa de Sadam Hussein durante la preparación de la guerra del Golfo. La alarma se extendió y se dieron incidentes tragicómicos en muchas partes. En Egipto hubo motines al intentar la comunidad musulmana un ajusticiamiento masivo de los cerdos que criaban los cristianos. En Rusia se prohibió momentáneamente la importación de carne de porcino española. En algunos países europeos se dieron violentos brotes de racismo contra inmigrantes sudamericanos. Y, en España, el senador asturiano del PP Ovidio Sánchez pidió la dimisión de la ministra de Defensa por haber supuestamente ocultado durante unos días un brote de la gripe llamada porcina en un acuartelamiento próximo a Madrid mientras se procedía a realizar la analítica correspondiente. La circunstancia de que un grupo de escolares hubiese visitado las instalaciones militares, antes de que el laboratorio diese un resultado definitivo, provocó una escandalera periodística tremenda y en los establecimientos hosteleros de los alrededores del cuartel se suspendieron banquetes de boda y otras celebraciones. Ahora que conocemos la realidad de los hechos, sería bueno que se investigase judicialmente la relación premeditada que pudiera existir entre la propagación de la alarma y el negocio de las multinacionales farmacéuticas.
- Jorge Andrade: 'En el Dépor muchos compañeros no se hablaban durante la semana y en las cenas eran los mejores amigos
- Galicia es la segunda comunidad con los niveles más bajos de calidad de vida
- El mayor fondo inmobiliario del mundo en A Coruña: pisos, locales y suelo en Visma y O Castrillón
- La Primitiva deja en A Coruña un premio de más de 1,3 millones de euros: 'Que nos envíe una postal
- Escudero y Yeremay condicionan los fichajes y las pujas del Deportivo en el mercado
- Yeremay, el primer pulso del nuevo Dépor
- El supermercado asiático más grande de A Coruña aterriza en Agrela
- Detectada en aguas de Galicia una nueva especie exótica e invasora de África