Opinión

Pedro De Silva

Sin salida

Parece bastante claro que una retirada total de la OTAN de Afganistán precipitaría el regreso de la dictadura medieval de los talibanes y la consagración de un Estado que sería base indisimulada del terrorismo islamista. Sin embargo, parece también claro que Occidente no ganará nunca esa guerra, y cabría incluso dudar de que haya bases sociológicas y culturales para que los afganos defiendan su propia democracia. Estando así las cosas, ¿qué queda hacer? En el caso de España resulta fácil preguntarse "qué coño hacemos en Afganistán", pero a continuación habríamos de decirnos "qué coño hacemos en la OTAN", camino por el que llegaríamos a un aislacionismo o "no intervencionismo" difícil de casar con nuestra presencia internacional política y económica. Así que, por más que nos duela, y duela sobre todo a los que allí están en riesgo, la única receta disponible de momento es resistir.

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