El gobierno de Zapatero ha maleado el calendario, de tal modo, que las elecciones generales coinciden con la fecha fúnebre de 20-N y el inicio de la campaña, el 4 de noviembre día del patrón de la Banca. La factoría es eslóganes, ya entró en funcionamiento y se ha abierto la espita de la propaganda acomodaticia y caliente. La etimología señala que "candidato" viene de "cándido", un contrasentido, sí observamos la cuquería que ha imperado en la designación de los representantes de La Coruña, cuya vinculación a la ciudad se desconoce. Según se desprende el Sr. Caamaño ha sido elegido por abrumadora mayoría, aparentemente a la búlgara y el Delegado del Gobierno y Losada, digitalmente desde Madrid, en un acopio de fariseísmo y sumisión a los mandos. Hay muchas voces discrepantes, aunque lo beneficiarios invocan la corrección política, que es el refugio de la hipocresía. Realmente, en política, todo lo que parece es, pese a la creencia de los gobernantes, que el pueblo "traga", sin pautas de conveniencia. Por estas reflexiones, fácil es colegir que D. José Blanco, sí los pronósticos se confirman, buscará refugio en Galicia, dónde hay indicios certeros de sus aspiraciones a la Xunta. Rentabilizará su papel de Rey Midas gallego con la estrategia propia del colimador -orientar la vista en una única dirección- dejando, a la vez, sembrados un centón de compromisos de difícil cumplimiento, por su elevado soporte económico. A posteriori, los utilizará como argumentos contundentes, para acusar a sus adversarios de indolencia y desdén hacia nuestra región. De momento se unirá a la coral de Rubalcada, empeñado en personalizar el mal absoluto, aún a riesgo de naufragar en la improvisación, en la frase pícara o en el galimatías. Difícil tarea, porque la retórica de convertir lo increíble en verosímil, sucumbir ante la realidad. La Coruña una vez más, queda relegada al tercer puesto en las listas electorales socialistas. Había que encajar al Ministro de Justicia, al Delegado del Gobierno y a Losada, candidatos inconclusos, que han hecho de las aspiraciones socialistas coruñesas una charada sin resolver.

Pachi Vázquez se siente utilizado como "cabeza de puente" para la llegada de Blanco, Paco Vázquez llama "Okupas" a los dirigentes socialistas, como un guiño al PP, en pos de obtener el cargo de Defensor del Pueblo. Garcés en El Eco y en la huerta familiar. Hay que entrenarse para no hacer nada