En el suplemento de un periódico dedicado a Rusia se da noticia sobre la supuesta influencia de la CIA en la concesión del premio Nobel de Literatura al escritor Boris Pasternak, el famoso autor de El doctor Zhivago. Se trata de un tema antiguo, que ahora se ha desempolvado al abrirse los archivos de la institución sueca una vez transcurridos cincuenta años de la concesión del premio. La pesquisa sobre el caso se debe al escritor Iván Tolstoi, nieto del inmortal novelista del mismo apellido, que llevaba varios años trabajando en ello y ya había anticipado en alguna otra ocasión sus conclusiones. Según su versión, el escritor hizo entrega del manuscrito de su obra a un periodista italiano llamado Roberto'Angelo, que colaboraba con Radio Moscú, para que se lo hiciese llegar al conocido editor milanés Feltrinelli, entonces un destacado militante del Partido Comunista. La CIA se enteró del trato y con la colaboración del servicio secreto británico hizo que el avión en el que viajaba D'Angelo hiciese un aterrizaje imprevisto en Malta, so pretexto de unas revisiones técnicas. Los pasajeros fueron desembarcados durante dos horas y durante ese tiempo los agentes de la CIA fotografiaron una a una todas las hojas del manuscrito. Nadie advirtió nada raro y el periodista italiano llegó a la oficina de Feltrinelli para entregarle el material sin sospechar que alguien más tenía conocimiento de su existencia. Lo cierto es que, según se desprende de la biografía de Feltrinelli escrita por su hijo y heredero, Pasternak, estimulado por el deshielo político que propició la muerte de Stalin, había intentado previamente que la novela se editase en la Unión Soviética. Sin ningún éxito, porque el mismo Kruschev aborrecía el individualismo pequeñoburgués del escritor y no se tomó siquiera la molestia de hojear el libro según revela un informe del KGB de la época. Llegados a ese punto, Feltrinelli estaba dispuesto a publicarlo, pero el momento de hacerlo se demoró por las presiones de las autoridades soviéticas sobre Pasternak y por las del Partido Comunista Italiano sobre su destacado militante. Por fin, tras no pocas deliberaciones y un intenso intercambio de correspondencia, la primera edición sale en Italia y constituye un éxito editorial extraordinario en todo el mundo. En el plano ideológico, Moscú lo define como un "feroz libelo antisoviético" mientras en Washington lo celebran como un gran triunfo democrático. En medio de ese ambiente, el escritor francés Albert Camus propone a Pasternak para el premio Nobel y se crea una amplia corriente de apoyo. La CIA, según la versión ahora difundida, no puede desaprovechar esa baza y hace dos cosas importantes. De una parte, financiar una edición en ruso (obligada para darle el premio) y de otra, influir sobre la institución sueca. Y el año 1958 se le concede el galardón que el autor se ve obligado a rechazar forzado por los dirigentes de su país. Por supuesto, tanto Pasternak como Feltrinelli eran ajenos a esas manipulaciones, pero no por ello dejaron de sufrir las consecuencias de aquel paso al frente. El escritor, con una salud ya muy debilitada, fallece el año 1960, y Feltrinelli, que abandona el Partido Comunista Italiano y crea una agrupación clandestina para combatir la amenaza neofascista de los llamados "años de plomo", aparece muerto al pie de una torre de alta tensión que supuestamente quería destruir con explosivos. Era el 14 de marzo de 1972. La influencia de la CIA en la vida cultural tiene una amplia nómina de nombres ilustres.