Ustedes han visto los uniformes que van a llevar nuestros deportistas a los juegos olímpicos de Londres? Dan una lástima... Todo es rojo y amarillo, con una falda por la pantorrilla con decoración floral tipo años 80 para ellas, un chándal rojo decorado en el cuello con una especie de motivos vegetales amarillos, y una camiseta amarilla, chaqueta roja y pantalón azul tan casposo que parece sacado de un capítulo de Vacaciones en el Mar. Diseñadores, blogueros y tertulianos en general se han despachado a gusto con la indumentaria que, encima, los del Comité Olímpico Español han mostrado sobre maniquíes, lo que da aún más miedo. El uniforme ha sido calificado de poligonero, choni, macarra, hortera, antiguo, esperpéntico, bochornoso y trasnochado entre otras lindezas. La verdad es que ves las propuestas y te dan ganas de romperte una pierna y perderte los juegos con tal de no tener que exhibirte con semejante atuendo ante el mundo entero. Encima, si lo comparas con el uniforme de Ralph Lauren para los estadounidenses, azul y blanco, tan pijo, o el de Valentino para los italianos, tan estiloso, se te cae el alma a los pies. La cosa es que el COE ha recurrido a una empresa rusa, Bosco Sport, para vestir a nuestros deportistas. Cuentan desde el comité que Bosco presentó la mejor oferta y que la pela manda, además de ser una reputada marca -dicen- que viste habitualmente a los rusos y a los ucranianos ¿...?. Así, mientras que la mayoría de países han recurrido a diseñadores propios, en España contratamos a una marca rusa que nos va a vestir de matrioskas pero que, al regalarnos la ropa y encima patrocinarnos, nos va a permitir embolsarnos 1,2 millones de euros, cifra escasa teniendo en cuenta lo que nos va a costar luego recuperarla imagen de modernidad en laque llevamos lustros trabajando. Además, puestos a hacer el indio, ¿no hubiera sido mejor hacerlo con algún diseñador patrio?Así por lo menos entendería sin traductor los matices de los adjetivos viejuno, hortera o feo de narices. De todas formas, no hay mal que por bien no venga. Con esta indumentaria, y al margen de las medallas que consigamos en los juegos, ya tenemos serias probabilidades de hacernos con el oro a los más horteras.