Opinión

Felipe Poncet

¿Suerte?

Que los dados vuelen altos! Alea iacta est. La suerte está echada. Pasada la áspera campaña electoral, bronca pero tan aburrida como todas, pasado igualmente el llamado "día de reflexión", que para nada sirve como no sea para aclarar las gargantas irritadas por tanto mitin y recomponer un poco el ajado look de los candidatos, cuando esto escribimos Andalucía decide en las urnas su gobierno (?) para el próximo cuatrienio. Nos preguntamos si en las elecciones tiene cabida la suerte. A nuestro modo de ver la veleidosa no tiene nada que hacer en los comicios. No se juegan los escaños a cara o cruz, lo que cuenta son los resultados de los anteriores gobernantes, las promesas -pronto incumplidas por los que resulten vencedores- que unos y otros lanzan al viento, el carisma de los aspirantes, su presencia física, la situación económica y social, la abstención o la concurrencia masiva de votantes... Muchos son los factores que intervienen pero la suerte no tiene vela en este entierro. La fortuna existe pero en otros campos, en la lotería, en el deporte, en los negocios, en los toros e incluso en la guerra. En relación con ésta última, recordemos que Napoleón, cuando le proponían algún candidato para el ascenso al generalato, después de valorar sus méritos profesionales, siempre preguntaba cómo andaba de suerte y, en muchas ocasiones, este factor era decisivo para que el Emperador firmase el nombramiento.

Pues a ver qué pasa, pero no cuenten con la suerte. Una canción mexicana dice "el día en que la mataron Rosita estaba de suerte, de seis tiros que la dieron no más uno era de muerte". ¡Toma suerte! Pero lo de Rosita no es más que verdurita si lo comparamos con lo de Julio César que -según leo en el interesante artículo de A. Montes que publica LA OPINIÓN- recibió 23 puñaladas en la Curia de Pompeyo, pero solamente una era mortal. Según el criterio sustentado por la canción ranchera sin duda los idus de marzo le fueron propicios, pero César quedó mas tieso que la mojama. De todas formas, que Dios reparta suerte en Andalucía en los comicios de hoy, buena falta le hace, aunque tenemos la impresión de que lo que los andaluces piden es buena suerte, que no llueva en Semana Santa ni en la Feria.

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