Opinión | La feliz gobernación

Adolfo Gil

Ponga la cruz de la renta en la casilla de Montoro o en la de Bárcenas

Después de que la semana pasada hayan salido a la luz los trampantojos de Montoro, su despacho privado y las puertas giratorias entre el ministerio, su consultora y la dirección de la Agencia Tributaria, mi capacidad de asombro personal no da más de sí. Ni Almodóvar sería capaz de urdir semejante guión surrealista ni Montalbán de diseñar tal trama.

El azafrán a esta paella vino a ponerlo el informe de una, supuestamente independiente, funcionaria equiparando las donaciones a las ONG con las mordidas del PP aliado con los grupos de presión que buscan contratos con prebendas, previo paso de todo el informe por el maquillado del gabinete del ministro.

Un servidor, que no es partidario de las donaciones para cubrir necesidades elementales, puesto que ha de ser el estado el que se haga cargo de ellas con los impuestos, nunca entendió que haya en la declaración del IRPF las dos casillas de marras para poner la cruz en la de la jerarquía católica o en la de otros desconocidos fines sociales, ahora esté preocupado y no vea más salida que suprimir ambas opciones y sustituirlas para hacer obligatoria la doble opción de elegir entre la cruz de Bárcenas y la cruz de Montoro; ambos grandes mecenas del patrimonio, evidentemente los suyos, y de la patria, de la suya particular, individual y exclusiva representada, cual mapa, con rostro labrado en mármol de Carrara a modo de territorio y su aparato digestivo elaborado de material incorruptible, a prueba de los más graves dolores provocados por la acidez y toda corrosión conocidas.

Son los caseros de los dueños del cortijo y nadie puede tocarles un pelo de la ropa -a ver qué se creen esos jueces-, están subidos al pedestal con capitel corintio, blindados y aforados y solo se les podrá apear de su estatus con la fuerza de las urnas, presentando alternativas realistas y responsables.

Y hablando de alternativas para disolver estos nidos de depredadores y carroñeros, estamos comprobando cierta renovación en las fuerzas que pueden ser alternativa segura, vemos con cierta esperanza, no la de Madrid que ya es vieja conocida, la incorporación de ciertos rostros independientes, más o menos populares, que están poniendo su credibilidad y su prestigio al servicio de una alternativa electoral que nos saque de este agujero.

Ojalá se les respete y que los rodillos del aparato no caigan en la tentación de usar sus fotos para luego condenarlos al ostracismo y después de usados se les enseñe la puerta de salida.

Que los vientos les soplen favorables, su responsabilidad, visión y su gestión no tienen no tienen precio.

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