Todos los años por estas fechas observamos cómo, desde el Ayuntamiento de La Coruña, se anuncian proyectos evanescentes que, al final, quedan en la utopía de sus impulsores. Recordamos "La ciudad de los sentidos", "La ciudad del futuro", "La ciudad smart", "La ciudad Inditex", "Coruña futura", etc., o, en su defecto, desde el Ayuntamiento sacaban a pasear a los arquitectos Zaera y Busquets. El primero, para resolver el tema de las terrazas de María Pita; Busquets -ha reaparecido este año-, para que explique de nuevo el plan integral de la fachada marítima. Solo nos falta la implantación de la "tarjeta del buen vivir", como sugirió un nacionalista que desconocía a Bob Dylan. Nos vino entonces George Dann con El huevo, canción del verano, más simbólica, más racial. Algo parecido sucede con el Noroeste Pop Rock, al que se quiere otorgar un tono más regional. Y es que el desenfado, el desdén protocolario, el costumbrismo de interés antropológico, nos sumergen, cuando no en el aturuxo, en la charanga caribeña, con primacía para el Combo Dominicano. Debiera estimularse el animoso espíritu de La Coruña que se aprecia en la calle y señorea su galanura, ajena a cualquier demasía, distanciada de los designios políticos, porque en nuestra ciudad siempre sucede algo divertido. ¿Recuerdan al alcalde Losada encerrado en la arielita de San Pedro de Visma, cómo reptó monte arriba sin piolet? ¿Qué me dicen de los bomberos que, según la vuvuzela municipal, habían sido dotados de material de "última generación", acudiendo a sofocar un incendio en el Noray de Puerta Real con una estación de meteorología móvil? O aquella concejal de Cultura del bipartito, hoy estibada del Ayuntamiento, que pretendió eliminar la Orquesta Sinfónica de Galicia por elitista. Actualmente, superada la etapa inicial de criticar a los anteriores, tengamos presente la remodelación de la Marina, determinante de nuestra personalidad. Es la postal más representativa de la ciudad, que cuenta con uno de los pocos puertos del mundo donde los grandes trasatlánticos se incorporan a la fisonomía urbana otorgándole cierto refinamiento estético.

Otrosidigo

El alcalde de Vigo pretende ostentar la presidencia del área metropolitana. Esgrime, como argumento, que el peso de la población olívica es el 62% del conjunto de los 14 municipios que la integran y no es justo lo de "un alcalde, un voto". El Sr. Caballero habla poco de política, por aquello de que o falar non ten cancela.