En el ámbito municipal coruñés se advierte un tufillo contrario a la celebración luminosa de la Navidad, como si se tratara de eliminar del calendario la trascendental tradición que reverdece estos días. En Santiago, como en La Coruña, los gobiernos municipales podemitas estudian incorporarse a la Red de Municipios para un Estado laico. Este ha sido el lema inicial. Don Xulio y su elenco están en la rueda porque el ramalazo anticlerical considera las fiestas de Pascua y Año Nuevo de derechas. En Galicia, la Navidad es una amable devoción, es un acto de fe, que brilla sobre las luces municipales, escasas, mortecinas y de verbena lugareña. Nuestro alcalde anuncia la organización en el Palacio Municipal de "bautismos civiles", que podría oficiar "togado", y en Santiago, para no ser menos, pretenden conmemorar la Semana Santa con procesiones de "cumbias". En estas veleidades laicistas, sus organizadores, confunden la clerecía con la Iglesia, el Estado con la Nación y el Catecismo con la Religión. Galicia es la tierra donde nacieron los villancicos (panxoliñas), Santiago se fue haciendo, a través de los siglos, por arzobispos y cardenales, según Torrente Ballester; ahora se impone la prédica de Hugo Chávez sobre los purpurados, "tienen el diablo por dentro y el diablo no respeta sotanas", imprecación que el líder venezolano atizó al cardenal Castillo Lara, que había denunciado un posible fraude electoral. No sería extraño que los bolivarianos de Podemos tratasen de entronizar, en algún punto de nuestro territorio, al dios Traman Chitán, que la leyenda sitúa en el parque nacional de Canaima (Venezuela). Resulta curioso observar en el ámbito podemita que se burlen de los curas, pero no de los mulás ¿Por qué? Por si acaso.

Otrosidigo

El impulsor de la cruzada laica compostelana es el concejal Sr. Dios (D. Manuel Dios Diz); el líder nacional de Podemos, se apellida Iglesias y la Sra. Bescansa (Doña Carolina), nos informan, pertenece a la estirpe de San Ignacio de Loyola