Trasladaron la cuerda de presos hace casi veinte años y, desde entonces, la antigua cárcel provincial de A Coruña sigue encarcelada frente a la Torre de Hércules. Como si el contencioso jurídico acerca de su propiedad fuese, en realidad, una condena al deterioro y al silencio por haber servido a la privación de libertad. Así es que el viejo penal languidece preso de la cañarroya y los recuerdos. Recuerdos como la mañana del 7 de agosto de 1952, cuando el guerrillero Benigno Andrade Foucellas perdió la vida y la guerra en ella, a garrote vil. Entonces nació una leyenda que traspasó esos muros en forma de cruz.

Cuando los últimos condenados abandonaron el presidio provincial rumbo al moderno Centro Penitenciario de Teixeiro, en 1998, la cárcel quedó a merced del temporal y las gaviotas. A veces, el ronroneo de los gatos revela descargas eléctricas, porras de goma, huelgas de hambre, muertes por hambre e intentos de fuga de presos políticos y comunes. De todo ello tiene constancia el Proxecto Cárcere, la plataforma para la recuperación de una historia que forma parte de nuestra historia y que es desconocida por la ciudadanía.

Los coruñeses necesitamos recuperar nuestra vieja cárcel, rehabilitarla y liberarla como una metáfora de la redención del ser humano. Hay mil formas de indultar ese viejo presidio al pie del faro guía y a un paso del mar libre. La primera de ellas es la recuperación histórica y la rehabilitación arquitectónica, como ha demandado el Colegio de Arquitectos.

Sean cual sean sus nuevos usos? albergue juvenil, espacio sociocultural -incluso llegó a barajarse como Parador de Turismo y Centro de Interpretación de la Torre, Patrimonio de la Humanidad-, debemos promover la memoria de la prisión, su valor patrimonial y su privilegiado enclave. Más allá del proceso jurídico por el que el Ministerio del Interior solicita 1,2 millones de euros al Ayuntamiento por un edificio que el Consistorio considera suyo, no es obligado esperar a la resolución del caso para dotar al edificio de nuevos usos. El Concello lo ha entendido así. Esperemos que Interior también lo entienda. Por la libertad.