La ofensiva comercial de la Autoridad Portuaria de La Coruña ha permitido consolidar a nuestro puerto como el primero del norte de España en el tráfico de cruceros turísticos. Casi un centenar de grandes trasatlánticos arribará en 2017, con un total de pasajeros cercano a los 200.000. La buena noticia nos lleva a considerar el estado de la promoción turística local, perdida en un panorama desolador, sin estación marítima y sin responsable del Consorcio desde que un calificado nacionalista, miembro del bipartito entonces gobernante, decidió despedirlo para poder realizar su personal borroneo partidista. Descontada la escasa perspectiva marítima de la Xunta y su derroche publicitario en un solo punto del Camino, al Ayuntamiento coruñés corresponde la iniciativa de implicar al ardor empresarial en la aventura y nombrar pronto un gerente del Consorcio Turístico, para que el lanzamiento, costoso e intenso, lleve el marchamo de una gestión profesional acreditada. Hay que renovar la folletería y que el esquema cultural no responda a ideas sectarias. La Coruña debe volver al circuito de las grandes ciudades europeas por su atractiva oferta cultural, donde conviven la cultura y la vida misma en comunión con la idiosincrasia herculina, siempre dispuesta a adaptarse a los principios renovadores del pensamiento y de la sociedad europea. El carácter urbano del puerto coruñés obliga al Ayuntamiento a rentabilizar la Zona Obelisco y que la avenida de la Marina deje de ser un páramo de cemento, para que vibre el espíritu hospitalario que invita al visitante a abandonarse por las calles y poder recibir inigualables roces de vida.

Otrosidigo

El 17 de mayo fue también el Día de la mantilla, prenda consustancial a los grandes acontecimientos. Su uso es anterior al siglo XVII, Goya la inmortalizó en sus retratos, la utilizó Isabel II y en el siglo XX, la Casa Real española. Hoy es prenda indispensable en los trajes regionales de Castilla y León, Aragón, Valencia y Andalucía. Es menos anacrónica que la toga, por ejemplo, usada por las universidades medievales y en la Antigua Roma. En La Coruña se lucía la mantilla en la festividad de los Dolores y en la Función del Voto.