Casi cinco meses después, estamos caminando por los senderos electorales y, de momento, no se vislumbra ninguna novedad relevante en cuanto a posiciones y mensajes expuestos al respetable, que acudirá a las urnas y escogerá a una de las formaciones políticas que ya dijeron dije y no atisbo, en principio, la posibilidad de que varíen su estrategia.

Dentro de los partidos políticos, a las leguas percibimos lo que cada uno pretende: por una parte el PSOE, tratando por todos los medios de recuperar y aumentar su electorado para acortar distancia con los populares y formar un gobierno de progreso, consolidándose como fuerza de referencia en el centro izquierda; Ciudadanos, achicar el espacio de la derecha tradicional conservadora, pasando a ser la representante del centro derecha moderado; el PP y sus aliados Foro y UPN, como siempre, en la misma postura, defendiendo lo indefendible, gobierno de coalición (PP-PSOE-C,s) o el caos con el soniquete de somos los más votados y tenemos el derecho a formar gobierno, sostener en el poyete a Rajoy y tapar la corrupción galopante evidenciada, cada vez que se levanta un papel en un despacho (sea en el gobierno nacional, comunitario, provincial, local o dentro de la propia escudería de la gaviota) donde un conservador esté al frente dirigiendo a corruptos y corruptores que seguirán aflorando con profusión. Por último, citar a Podemos (los partidos nacionalistas PNV, CDC, CUP y Esquerra, poco cuentan), ¿qué podemos decir? Ahora se alían con IU y proclaman que sus encuestas internas los sitúan por encima del PSOE y que no atacarán a Pedro Sánchez, contarán con él e Iglesias lo nombraría vicepresidente de un gobierno también de coalición surgido al socaire de los posibles resultados electorales del 26-J. Van a permitirme que manifieste mi asombro por la demagogia desbordante utilizada por el grupo asambleario de Podemos. George Burns (cómico y actor oscarizado, nacido en Nueva York en 1896, falleció en Beverly Hills -California- en 1996) dijo: "Quien nos hace reír es un cómico. Quien nos hace pensar y luego reír es un humorista". Si nos paramos en el fundador de los podemitas, cabría pensar que es un aprovechado tragicómico, intenta ser gracioso y es un mesiánico embaucador, un mediocre actor político. Aunque lo que hay que reconocerle es que influye, negativamente, en el pensamiento de unos cuantos desencantados, extremistas e incautos.

Así estamos y si los druidas no lo remedian con una de sus pociones mágicas que desbaraten los malévolos planes políticos de PP y Podemos, es posible que continuemos en parálisis gubernativa hasta que el territorio hispano se hunda y, ésta, no es la situación deseada por la ciudadanía.

Esperemos que la sensatez ilumine a todos aquellos que vayan a votar.