La hoja de ruta abierta el pasado otoño desde el palacio de María Pita para poner en marcha la constitución del área metropolitana de A Coruña, un espacio supramunicipal de medio millón de habitantes que se sumaría a las grandes áreas urbanas pioneras en España, ha dado esta semana un nuevo paso. Dos de los tres concellos de la comarca coruñesa con gobiernos del PP, Abegondo y Carral, aprobaron por unanimidad el miércoles pasado instar a la Xunta, hasta ahora renuente a hacerlo, a que inicie su tramitación legal.

Con esta nueva adhesión son ya ocho los municipios de la comarca que han dado su aprobación en sus respectivos plenos al nacimiento de la Gran Coruña. Una abrumadora mayoría. Solo restan por hacerlo la propia ciudad de A Coruña, que debería liderar el proceso por su peso demográfico y económico, y el ayuntamiento de Arteixo, también del PP, cuyo alcalde, Carlos Calvelo, que ostenta la mayoría absoluta, ha afirmado que se unirá tan pronto lo haga A Coruña.

Es incomprensiblemente en el Ayuntamiento de A Coruña donde se encuentra el principal obstáculo al advenimiento de esta avanzada herramienta de gestión territorial que se está imponiendo en las grandes urbes españolas, debido el reiterado veto a su puesta en marcha por parte de los representantes de PP y PSOE en la corporación.

El Gobierno local de Marea Atlántica, que inició el proceso en octubre pasado con la llamada Declaración de María Pita a la que se sumaron ya entonces seis ayuntamientos del área coruñesa, obtuvo en noviembre un insuficiente apoyo de la corporación, que se pronunciaba vagamente a favor de la constitución del área metropolitana, pero no de solicitar a la Xunta el comienzo de su tramitación, lo que en la práctica significaba dejar el asunto en vía muerta.

El empujón que los plenos de Abegondo y Carral pretenden darle ahora al proceso es precisamente justificado por los alcaldes populares de estos municipios por el estancamiento en la capital de la comarca. Estos dos municipios piden a la Xunta que lidere el proceso ante la falta de acuerdo en A Coruña. El alcalde de Abegondo y presidente del Consorcio As Mariñas, el popular José Antonio Santiso, reclama diálogo y una fórmula de colaboración para sacar adelante sin partidismos ni luchas de poder una iniciativa que beneficia a medio millón de coruñeses.

El presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, en un encuentro en febrero con el alcalde coruñés, Xulio Ferreiro, le manifestó un apoyo al área metropolitana condicionado a un pacto por el transporte que no se ha traducido de momento en ningún avance, si bien entonces ningún concello del PP en la zona se había pronunciado aún a favor.

El regidor coruñés acogió la iniciativa de Abegondo y Carral como una buena noticia que viene a impulsar el nacimiento del área metropolitana con un mayoritario apoyo que va más allá del color partidista. Considera que si ocho de los diez concellos del área gobernados por distintas fuerzas políticas reclaman su puesta marcha, debería resultar también factible ponerse de acuerdo en el propio ayuntamiento coruñés. Ferreiro entiende que al PP coruñés le resultará difícil explicar por qué lo que consideraron bueno para Vigo, donde el aéra metropolitana fue aprobada con los votos de los populares, es malo para A Coruña. La postura más enrevesada en este asunto es el rechazo mantenido hasta ahora por el grupo municipal socialista en María Pita, teniendo en cuenta que los tres concellos con gobierno socialista de la comarca, Betanzos, Bergondo y Culleredo, cuyo regidor, Julio Sacristán, es además presidente provincial del PSOE, reclaman iniciar ya la puesta en marcha del área metropolitana. Postura que comparten también los Ejecutivos de otros dos ayuntamientos de la comarca, Cambre y Sada, en los que participan los socialistas.

Curiosamente, es el PSOE quien enarboló históricamente esta bandera supramunicipal. Fue el dirigente socialista coruñés Méndez Romeu quien en su etapa como conselleiro de Presidencia apostó hace ya en 2007 por grandes áreas urbanas como modelo territorial de despegue y desarrollo. El 30 de septiembre de 2009, los alcaldes de A Coruña, Abegondo, Arteixo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Culleredo, Oleiros y Sada, reunidos en María Pita a petición del regidor socialista coruñés Javier Losada, se comprometían a organizar en la comarca servicios mancomunados para el transporte, el abastecimiento y la depuración de aguas, la asistencia social, los planeamientos urbanísticos, el turismo, la gestión de residuos y las infraestructuras. La iniciativa quedó sin embargo en el aire tras la llegada de Feijóo a la presidencia de la Xunta ese mismo año. El enroque socialista hay que verlo en cualquier caso como parte del desencuentro político que han mantenido con el Gobierno local de Marea Atlántica en estos dos años de legistura, que parece estar encaminándose ahora hacia la senda del entendimiento tras el cambio de rumbo en la dirección del Partido Socialista.

El área metropolitana se ha convertido en una paradoja. Todos cantan sus virtudes, pero no cesan de ponerse palos en las ruedas para evitar que se haga realidad. Y el porqué de su sempiterna postergación ha obedecido solo a intrigas políticas. A una visión minifundista de los políticos coruñeses.

Si algo ha enseñado la crisis es que tanto en el mundo de la empresa como en el de la administración pública es preciso asumir con valentía estructuras de organización más eficaces y menos costosas.

Ahora, tras una década de marear la perdiz, el clamor por la puesta en marcha de esta estructura supramunicipal con ocho de los diez ayuntamientos del área coruñesa ya oficialmente decantados a su favor, empieza a ser imposible seguir ignorándola. Es el momento de la política con mayúsculas para construir de una vez por todas la Gran Coruña del futuro.