La Xunta se ha volcado con inversiones millonarias en el Camino de Santiago, ante el próximo Año Santo (2021), peripecia de gran alcance y trascendencia ecuménica que garantiza la llegada de peregrinos a los umbrales de la Puerta Santa de la incomparable catedral compostelana. Este fenómeno, que respetuosamente podemos catalogar de turismo espiritual, no ha sido canalizado con verdadero acierto. Todo se desvanece en un Xacobeo saturado de programas de carácter profano y levedad informativa geográfica que los responsables de Turismo, en un alarde de modernidad, han incluido una veta sensual sin valorar que el impulso xacobeo es un acto de fe; es decir, prima el impacto populachero sobre la emoción conmemorativa. El Xacobeo no es una romería, ni tiene caminos impensados, como observamos en la información que califica de "surrealista el Camino Inglés que no pasa por ninguna iglesia en 30 kilómetros" y recoge, asimismo, "la indignación de los vecinos de Sigüeiro por el nuevo trazado que olvida el territorio histórico". El deán de la Catedral, don Segundo Pérez, y los párrocos de la zona piden que el trazado vuelva a ser el tradicional, el histórico. Los gestores, por lo visto, han optado por una ruta más populachera, más kitsch, tal vez al considerar que en el sentido humano de la vida el hombre no es un animal racional, sino un animal sensual. Al señuelo del Año Santo, la Xunta prevé invertir 58 millones de euros en acabar con el feísmo urbano de Compostela y, a cuenta del contribuyente gallego, remodelar entre otras populosas áreas las de Concheiros, Pontiñas, Avenida de Lugo y San Pedro. Al alcalde le han cubierto un ambicioso plan urbano, sin gastar un euro de sus arcas.

Otrosí digo

Sobre la confusión informativa del Camino de Santiago, don Íñigo Díaz de Rábago recalca la duda que tienen los peregrinos cuando se considera la llegada de Santiago "como una etapa más del camino a Finisterre", su verdadero objetivo. El "famoso fin del mundo" -dice- es una simple extensión de tradición pagana. Como la astronómica publicidad siga por esos derroteros, algunos llegarán a creer que el mentor del "camino" es Núñez Feijóo.