El presupuesto de la Universidade da Coruña (UDC) ascenderá en 2018 a 123,2 millones, un 3,2% más que en el actual ejercicio. El Consello de Goberno de la institución académica coruñesa aprobó esta semana pasada las cuentas para el próximo año sin ningún voto en contra.

El incremento de los ingresos se debe en buena parte a una sentencia judicial que falló a favor de la reclamación planteada en los tribunales por la UDC, en la que se reconoce que la institución coruñesa no estuvo correctamente financiada por la Xunta en el periodo 2010-2015.

El fallo judicial concluye que la Universidade da Coruña recibió menos fondos de los que le correspondían legalmente. Para corregir esa injusticia, la UDC ingresará en cumplimiento de esta sentencia 4,2 millones de euros en los próximos tres años, hasta 2020, aunque lo hará con una aportación mensual y no con un ingreso único.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) dio a mediados de este año un tirón de orejas a la Xunta por perjudicar a la UDC en el reparto de financiación entre las tres instituciones académicas gallegas entre 2010 y 2015.

La sentencia del Superior tumbó esa injusta distribución de fondos universitarios que ha venido marginando a la Universidad coruñesa y obligó a la Xunta devolver a la institución coruñesa lo que correspondía y que no se le entregó en esos años.

Los magistrados estimaron entonces el recurso judicial presentado por la Universidad coruñesa, que denunciaba la falta de cumplimiento del plan de financiación al que dieron el visto bueno en diciembre de 2010 el Gobierno gallego y los tres rectores, con un voto particular discrepante de A Coruña.

El TSXG considera en su fallo que la UDC recibió menos ayudas de las que le correspondían porque la Consellería de Educación cambió en esos años el criterio de reparto del fondo estructural de las universidades, que es precisamente la partida más relevante a tener en cuenta en esa distribución.

La institución coruñesa argumentó que las cantidades abonadas por el Ejecutivo autonómico al aplicar el criterio histórico vulneraron el principio de seguridad jurídica, de estabilidad financiera y la suficiencia, así como la equidad institucional, pues los cálculos fueron realizados de una forma unilateral por la Xunta.

Hay que reconocer sin embargo que la Xunta renunció a recurrir el fallo judicial que constataba el error en el cálculo de los ingresos que correspondían a la UDC y entabló negociaciones con la institución coruñesa que se plasman ahora en este aumento del presupuesto de la Universidad coruñesa.

La falta de financiación en esos años obligó a la Universidad coruñesa a efectuar obligados recortes que afectaron a la excelencia de la investigación científica en los campus coruñeses.

Precisamente un dato a destacar en las cuentas de 2018 es que la UDC aumentará un 15% la partida para la investigación, eje estratégico en la actividad universitaria, que perdió fuelle en los últimos años por esa merma de ingresos.

Las partidas destinadas a las ayudas a los estudiantes crecen también 200.000 euros más que este año, mientras que los fondos para los centros y departamentos se incrementan un 10%.

La entidad académica refleja en la previsión de gasto su apuesta por la internacionalización, con un impulso por la movilidad, tanto de profesores como de alumnos. Por ello, en 2018 pondrá en marcha una convocatoria de profesores visitantes de países de habla inglesa. El objetivo es fortalecer las relaciones con los profesores de otras universidades, favorecer la internacionalización de los estudiantes en la UDC y mejorar la formación del profesorado que imparte las clases en inglés.

El programa con el que colabora Inditex, que aporta una ayuda íntegra de 123.000 euros, permitirá, un año más, que los alumnos de doctorado puedan realizar una estadía de investigación de un mínimo de tres meses en el extranjero, en una universidad o centro de investigación de referencia.

Para la entrada en funcionamiento de la residencia universitaria en el colegio Calvo Sotelo, prevista para el próximo curso, la entidad académica reserva una partida de 250.000 euros. Este es otro peldaño importante que escala la institución coruñesa, ya que hasta ahora era la única universidad gallega que carecía de una residencia para alumnos.

El rector Julio Abalde valora la mejoría de la situación financiera, pero recuerda que los presupuestos están aún lejos de lo que fueron antes de la crisis. Desde aquellos 138 millones del presupuesto de 2009, la UDC, como las demás universidades, inició un declive en sus cuentas que tocó fondo en 2014 con 114 millones. Desde 2009, el presupuesto de la Universidad coruñesa fue reduciéndose cada año, hasta que volvió crecer por primera vez en 2015, con 116 millones, siete menos de los que manejará el año próximo.

Es una buena noticia que la Universidad coruñesa incremente sus recursos y recupere la financiación que le corresponde y que nunca se le debió escamotear. Pero como muy bien dice el rector, aún queda mucho camino por recorrer hacia la excelencia educativa.

Uno de los retos que se plantea la UDC para 2018 es precisamente incrementar la autofinanciación, tanto por la vía de los costes indirectos e ingresos como por la de los patrocinios, subvenciones y mecenazgo.

Cumplido el objetivo de asegurar una financiación justa, la hoja de ruta del futuro de la UDC pasa también ahora por mejorar la captación de ingresos para elevar las expectativas de formación del campus coruñés.