Los trabajadores del Hospital de A Coruña (Chuac) denunciaron en la primera semana de enero en el juzgado de guardia de la ciudad la situación de colapso que sufre el servicio de Urgencias. El comité de centro del hospital coruñés alertaba de una situación límite con pacientes amontonados en los pasillos sin posibilidad de ingresar en planta y atendidos en condiciones que rozan lo inhumano.

Los profesionales sanitarios del Chuac avisaban entonces de que la saturación era permanente y que no se debía solo a un fenómeno puntual como la gripe, cuya virulencia este año, con ingresos hospitalarios en masa y un balance de 38 muertos en Galicia, agravó la situación hasta hacerla insostenible.

Los trabajadores del hospital coruñés argumentan en su denuncia judicial que la situación de colapso se debe a los continuos recortes que ha vivido la sanidad pública en los últimos años, que, pese a las continuas denuncias de los profesionales sanitarios, han mermado los recursos hasta el punto de no poder atender a la población con unas mínimas condiciones de dignidad.

El comité del Chuac reclama a la gerencia del centro y a la Consellería de Sanidade que se tomen medidas para revertir esta anómala situación que pone en riesgo la salud de los pacientes coruñeses y deja a los profesionales sanitarios al límite de su capacidad física e intelectual, soportando el máximo estrés imaginable y afectando a su propia responsabilidad profesional al verse obligados a atender a los pacientes en pésimas condiciones.

Tras la denuncia, la dirección del Chuac reconoció que había una mayor asistencia de pacientes a Urgencias, pero lo atribuían a la llegada de la gripe y aseguraban que la calidad asistencial está garantizada.

El paso de los profesionales sanitarios coruñeses tuvo sin embargo un efecto dominó y a los pocos días se planteó públicamente una reclamación conjunta de los jefes de los servicios de Urgencias de los hospitales gallegos en la que demandaban a la Consellería que se pusiera fin a los colapsos y se derivase a los pacientes a planta en tiempo y forma.

Los responsables de Urgencias denuncian que, ante la falta de camas, las direcciones de los hospitales mantienen a los enfermos en Urgencias y así se producen demoras excesivas y colas en los pasillos y se quejan de que haya centros con camas sin uso cuando hay enfermos esperando en Urgencias.

Los médicos gallegos demandan medios para que el 70% de las personas que acuden a Urgencias no aguarden más de cuatro horas, sin contar los casos más graves, que deberían ser atendidos inmediatamente. La espera por una analítica no debería prolongarse más de una hora, según la propuesta de los médicos de Emergencias.

Sus reclamaciones fueron apoyadas también por la Sociedad de Medicina de Emergencias y el Defensor del Paciente anunció una investigación.

El alud de quejas obligó al propio Feijóo a salir al paso y reconocer la necesidad de mejoras ante las quejas por los colapsos hospitalarios. Para afrontar el problema, además de reforzar las plantillas con un centenar de profesionales al día, entre médicos, enfermeros y otros trabajadores, el presidente de la Xunta propuso la opción de aumentar el número de camas por habitación en los hospitales aunque el nivel de confort de los enfermos ingresados no sea el óptimo.

El gerente del Hospital de A Coruña, Luis Verde Remeseiro, admitió este pasado viernes que el Chuac estaba ya incrementando el número de camas por habitación, que en algunos casos ven triplicada su capacidad normal. Verde Remeseiro asegura que es una medida puntual, que figura en el plan de contingencia del hospital, debida a los picos de la epidemia de gripe, con días de hasta 640 pacientes en Urgencias.

Este mes de colapso tendrá consecuencias en las actividades sanitarias programadas por el hospital coruñés, como advierte el director de Procesos Asistenciales del Chuac, Antón Fernández, ya que se da prioridad a los enfermos urgentes y se retrasan los demás procedimientos.

Las denuncias y demandas no se limitaron a los profesionales de Urgencias. La saturación de servicios sanitarios funciona como un sistema de vasos comunicantes y afecta también a la atención primaria.

Un informe publicado estos días en LA OPINIÓN revela que la mayoría de los centros de salud coruñeses tarda al menos dos días en dar cita a sus pacientes. En algunos casos, como es el del centro de Os Rosales, la espera aumenta a una semana. Sin que se deriven los pacientes a otro doctor.

La Xerencia de Xestión Integrada del Sergas en A Coruña explicó la semana pasada que actualmente no se pueden combatir las listas de espera en atención primaria en la ciudad ya que no hay más médicos disponibles para contratar en las listas de la Xunta, por lo que las bajas, las vacaciones y las ausencias de los doctores no son repuestas con otros profesionales.

El médico de familia Ramón Veras, portavoz de la Plataforma SOS Sanidade Pública, que ha convocado una concentración de protesta en A Coruña para este próximo miércoles, pone el foco en la falta de planificación.

Asegura que el colapso en el Chuac podría haberse paliado con más previsión en atención primaria y recuerda que ofrecieron a la comisión de centros, ya en noviembre, una reunión para revisar cómo se podría planificar mejor la cobertura de las ausencias en atención primaria.

Veras afirma que la situación en los centros de salud de algunos municipios de la comarca como Culleredo y Arteixo es peor que en los de la ciudad, porque la población aumentó en los últimos años pero no se crearon nuevas plazas de médicos.

Las autoridades sanitarias no pueden hacer oídos sordos a la oleada de quejas de los profesionales sobre las carencias o la falta de planificación en el área coruñesa. Corregir estas deficiencias a tiempo, antes de que salten las costuras como ha ocurrido con esta temporada de gripe, es vital para mantener una de las columnas de la calidad de vida de los ciudadanos.