Las olas de gripe recientes provocaron la saturación de Urgencias y los servicios de atención primaria. La gripe ha vuelto con su carácter hogareño y, a su vez, el reuma con un recuerdo enternecedor. Es este un mal conviviente, al parecer presagio de longevidad. Y con la gripe hizo de nuevo presencia la liturgia de los sainetes, de aroma leninista en sus protestas, cuya vigencia reivindicativa es tan efímera como su ausencia de iniciativas y de soluciones argumentadas. "La sanidad está colapsada, no por la gripe A o B, sino por la gripe del PP", clamaba Luís Villares, portavoz de En Marea. El topicazo vale para cualquier otra protesta callejera, en la que siempre aparecerán los mismos. El crédito de sus "animadores" no puede ser más perecedero. La avalancha de pacientes sobre los servicios médicos de atención primaria produjo los inevitables atascos que fueron superados con eficacia si consideramos que la Medicina es refractaria a las prisas. "Sentarse y pensar", aconsejaba Marañón. La atención primaria, en nuestra ciudad, cuenta con excelentes profesionales, con una concepción global y humanitaria de la salud, que necesitan mayor dotación económica, más Centros de Salud y mayor relieve social. La Coruña dispone de una de las joyas de la corona, el Chuac, antes Juan Canalejo, en cuya atención el paciente percibe el poder taumatúrgico y la humanidad de sus profesionales, circunstancias que despiertan en el enfermo esperanza de su curación. Todo es mejorable, pero los gallegos podemos sentirnos orgullosos de nuestro Sergas. Basta echar un vistazo fuera de nuestros límites geográficos...

Otrosí digo

La Xunta de Galicia invertirá cerca de dos millones de euros en instalar una especie de jardín botánico en terrenos de la Ciudad de la Cultura. En su información el gobierno autonómico señala que no se trata de un nuevo dispendio económico, sino de una suma que será detraída de otra partida ya asignada. O sea que nos sale gratis. A esto se le llama contabilidad creativa.