La titulación de una calle de La Coruña con el nombre de Mauro Silva, futbolista brasileño, deportivista de pro, nos trae a la memoria la omisión del nomenclátor urbano de nuestro Luis Suárez Miramontes, la figura más relevante del fútbol gallego del último siglo y de mayor relieve internacional: el único jugador español poseedor del Balón de Oro, entre otros laureados reconocimientos. Luis Suárez fue modélico en su comportamiento profesional y maestro en aplicar la sabiduría y el talento al arte balompédico. Representó la contracara de lo previsible de lo vulgar. Ajeno siempre a cualquier polémica periodística, nunca entró en el juego de plumillas alabanceros. Luis Suárez, como más tarde Amancio Amaro, erradicó el fútbol avisado y nos hicieron disfrutar del talento, la tensión y la ensoñación de los virtuosos, cuya habilidad era algo así como la difusión del arte. Luis Suárez y Amancio no "existieron para la crítica nacional, hasta que se enredaron en los grandes equipos. Bien merecen (Luis y Amancio) que sus nombres queden perpetuados en los barrios donde vivieron; Suárez, en Monte Alto y Amancio, en la Falperra. En este capítulo nominal, recordamos a otros dos destacados convecinos pendientes de que se ejecute el acuerdo municipal y aprobado. Son don Luis Suárez, que fue el alma mater de la Cocina Económica y su gestor cotidiano, ejemplo de solidaridad y superación, que nos enseñó cómo la generosidad y la esperanza son las primeras virtudes personales. Otro nombre, el de don Nicanor Tabuyo, benefactor del aeropuerto de Alvedro, a cuyo acondicionamiento aportó su esfuerzo personal y empresarial de modo altruista. Los recordamos porque creemos que el nomenclátor debe ser una prueba de admiración y ejemplo que sirva para ampliar el horizonte y conocimiento de nuestra historia. Todo merece explicación para los andariegos de nuestras calles que rezuman hospitalidad como un ensayo de singular convivencia.

Otrosí digo

Cedido por el R.C. Deportivo de La Coruña, Luis Suárez debutó como futbolista profesional en su filial, el Fabril, a las órdenes de Manolo Neira. Su debut se produjo en Vigo, frente al Turista, en el campo de Las Traviesas. Tuve la oportunidad de actuar como delegado de la directiva presidida por José Luis Pérez Cepeda, en la que también figuraban Meijide Pardo, José María Judel, Pepe Torres, Andrés García-Yáñez, los hermanos Vidal Agra, Francisco Rey, Alejandro Lage, etc., cuya mayoría pasó a formar la directiva del Deportivo en sus Bodas de Oro.